El viernes 20 de Marzo, volvimos de nuevo a Mina Aurora para otra noche de observación, al llegar pudimos comprobar cómo la zona va cambiando a peor, los surcos y gradas se multiplican, el camino desde la carretera al lugar de asentamiento de los teles, una antigua vereda real, se va convirtiendo en una pista más propia de un rally en el desierto de Atacama.
Una vez superado los obstáculos, se procedió al montaje y a departir y comentar los avances producidos para celebrar el evento de Bollullos, Maguel (presi) realizó diversas pruebas sobre el telescopio del que escribe, para la observación del Sol y posteriormente cada componente a su trabajo. Tengo que resaltar la asombrosa habilidad de Antonio Macías para localizar con su modesto teles los distintos objetivos que se le planteaban, vamos que dejo en paños menores a los motorizados, con goto, coordenadas, a.r. y declinaciones, en un suspiro apuntaba hacia el lugar y lo tenía “cazado”. Genial por su parte.
La noche acompaño en cuanto a temperatura, no fue muy fría y de poco viento.
Para incidencia molesta, este “loco” al recoger, perdió la tuerca de fijación de la cuña de declinación al trípode, la cual no apareció pese a la búsqueda al día siguiente en el lugar.
Gracias a la buena mano comercial de Carmelo, junto con su preciado y esperadísimo nuevo tele, le enviaron una nueva a los pocos días y el problema quedo en nada.
Gracias padrino.
Una vez superado los obstáculos, se procedió al montaje y a departir y comentar los avances producidos para celebrar el evento de Bollullos, Maguel (presi) realizó diversas pruebas sobre el telescopio del que escribe, para la observación del Sol y posteriormente cada componente a su trabajo. Tengo que resaltar la asombrosa habilidad de Antonio Macías para localizar con su modesto teles los distintos objetivos que se le planteaban, vamos que dejo en paños menores a los motorizados, con goto, coordenadas, a.r. y declinaciones, en un suspiro apuntaba hacia el lugar y lo tenía “cazado”. Genial por su parte.
La noche acompaño en cuanto a temperatura, no fue muy fría y de poco viento.
Para incidencia molesta, este “loco” al recoger, perdió la tuerca de fijación de la cuña de declinación al trípode, la cual no apareció pese a la búsqueda al día siguiente en el lugar.
Gracias a la buena mano comercial de Carmelo, junto con su preciado y esperadísimo nuevo tele, le enviaron una nueva a los pocos días y el problema quedo en nada.
Gracias padrino.
Acompaño foto de mi tele con la tapa-pizza colocada para la observación solar.