Apuntes de Carmelo:
En
la observación del pasado sábado día 11, estuvimos reunidos Alfred, Luis Viana
y un servidor. La noche no comenzó muy bien, era lo esperado, porque tuvimos nubes hasta la medianoche, pero la verdad es
que no nos afectó mucho, debido a que cada uno de nosotros estábamos más bien
familiarizándonos con los nuevos aparatos, tanto Alfred como Luis y yo con el
dichoso láser.
Mi
problema era alinear el láser con el tele ya que la noche anterior no se
ajustaba bien, pero lo pude solucionar rápidamente. Una vez solventando esta
pequeña pega me puse con Alfred y Luis,
para intentar resolverles algunas dudas sin importancia que se les fueron
presentando en el montaje de sus nuevos telescopios.
Una
vez terminada la puesta a punto de todos los mecanismos, las nubes
desaparecieron y comenzamos a hacer pruebas de observación, que en esta ocasión fue de
manera relajada. Una buena segunda noche.
Mi crónica por Alfred:
Un paseo por
la picota
Después
de aproximadamente una hora y media de ruta en coche y varios meses de espera
con la montura CGEM 9.25 "a estrenar" y el Meade de 10", me
planté en La Picota.
Esta
vez llegué con luz y con tiempo para montar todo el equipo cómodamente y
observar. Bueno, lo de observar, lo vamos a entrecomillar. La cita llevaba
varios hándicaps, el primero era que la batería podía fallarme, pues aún
después de una semana cargando, el piloto rojo seguía gruñendo "carga
completa" desde el primer día que la puse, lo cual me mosqueaba pues
supuestamente estaba descargada. Sin embargo, el test manual marcaba como un
lorito antes de salir a La Picota, un nivel de carga del 25%... ¡pues que sea
lo que dios quiera, y si no podía ser, pues decidí disfrutar de la compañía.
El
segundo hándicap era el conocimiento de la montura. Llevaba meses en casa
muerta de risa, y el tercero, unido al anterior de alguna manera, leerme las
instrucciones de su uso, al menos allí mismo, en La Picota, pero olvidé el
manual en casa, con lo cual, y teniendo en cuenta que los compañeros llevaban
otro tipo de telescopios, el paisaje se nublaba para una buena observación, o
simplemente observar...
Después
de montar todo, y con las sabias recomendaciones de Carmelo conseguí
estabilizar el telescopio con montura ecuatorial. Aquella clase rápida me dejó
tranquilo, sobre todo para no forzar los motores: conclusión, necesito una pesa
más para poder equilibrar todo el conjunto correctamente, pero esa noche
utilizaría las de casa, 7 pesas de 1kg. Telescopio de colores...
El
siguiente paso, dar corriente a la montura, ¿funcionaría la batería? Tenía la
opción del coche, pero la probaría antes... ¿Y? pues aquello se encendió, y
estuvo funcionando perfectamente toda la noche...
Y
por fin pasaría al siguiente "stage" de la carrera de obstáculos,
manejar el mandito para ver cosas en el cielo, y eso suponía aprender a
alinear... por suerte, mi intuición con estos cachivaches tecnológicos me
facilitó el proceso y a los pocos minutos lo había conseguido.
Por
fin podría observar... ¿o no? La sorpresa era que se desajustaba por alguna
razón. Tuve realizar el proceso de alineado un par de veces, pues no solo mi
desconocimiento retrasó la aventura estelar, la cubierta de nubes también ayudó.
Mi
conclusión final sobre este "fallo" fue que programé el dispositivo
con una hora menos, y tal vez por eso siempre me marcaba el mismo
desplazamiento del objeto en el cielo, que calculando visualmente podría
equivaler a la ubicación que tendría justo una hora después. Quizás
intervinieran más factores, pero ahora mismo se me escapan. El caso es que la
ocasión en la que sí realicé la alineación correctamente, hice un breve paseo
por objetos diversos para comprobar que todo funcionaba correctamente. Entre
esos objetos de deseo estuvieron Saturno, M81, M82, M13, Albireo, NGC 5634 y
alguno más de manera fugaz que no recuerdo.
Por
último, deciros que la gran sorpresa fue observar a través de un ethos, que ya
lo hice en otras ocasiones, pero esta vez, tomé consciencia de la importancia
de tener, aparte de un buen tubo, un buen juego de oculares. Así que ya tengo
la mirada puesta en un necesario e imprescindible Ethos o Nagler para aumentar
-sin duda- el disfrute de esta afición.
Mi
asignatura pendiente sigue siendo la fotografía, pero es que no se puede hacer
todo en una sola noche siendo un principiante... no obstante, espero que
mi “frankenstein” particular me dé
muchas satisfacciones desde ahora.
Las
dos anécdotas de la noche fueron, por una parte el regalito que nos hizo
Carmelo al mostrarnos en su ocular el magnífico Quásar 3C273, que hizo
cosquillitas en mi estómago. ¡¡Gracias!!, y por otra parte ver a mi gran amigo
Luis disfrutando como un niño lleno de ilusión con su nuevo telescopio y
compartiendo la pequeña porción de universo que iba descubriendo con nosotros,
¡gracias también a ti Luis!
Hasta
la próxima observación.
Mi
primera crónica por Luis Viana
Llegue
a nuestro lugar de observación sobre las 21:00 horas y con toda la ilusión del
mundo me dedique a familiarizarme con mi nueva adquisición un Celestron CPC 800
GPS, primero el montaje y después alinear el buscador con el telescopio para
dejarlo listo para cuando las nubes se fueran. Sobre las 23 horas conseguí hacer
mi primera alineación con la estrella Arturo y otra que ahora no recuerdo su nombre (los nervios del
estreno), por fin sobre las 23:30 empecé a probar el funcionamiento de mi nuevo
aparato con un ocular Ethos de 10mm de nuestro queridísimo amigo Eduardo que le
he comprado a Puri.
Me
centré en las constelaciones de Hércules, Lira, el Dragón, Virgo, Leo, Corona
Boreal y alguna más, (para la próxima las anoto) el ansia me pudo y estuve
desdoblando estrellas, mirando cúmulos y galaxias, observando a Saturno principalmente. La verdad
es que me dedique también a conocer algunas constelaciones aún desconocidas
para mí, sigo aprendiendo, como fue el caso de Virgo y Leo.
A
las 3 de la mañana recogí con una grandísima gratitud por haber disfrutado de
una buena noche, una buena compañía y de un gran estreno.
Hasta
la próxima.