Remanente
de supernova W44 que se encuentra a unos 10.000 años luz de
nuestro planeta, en el seno de una maraña de densas nubes de formación de
estrellas en la constelación de Aquila,
(Águila), y es uno de los mejores
ejemplos de cómo interactúan los restos de la explosión de una estrella con la
nube molecular de la que procede.
W44 en el infrarrojo lejano |
Esta nueva imagen de W44 muestra cómo se propagan las ondas de una explosión estelar por el espacio, combinando los datos tomados en las bandas del infrarrojo lejano y de los rayos X por los telescopios de la ESA Herschel y XMM-Newton, respectivamente.
Lo que vemos en esta imagen es el resultado de la dramática explosión a través de la que una estrella masiva se deshizo de sus capas más externas al alcanzar el final de su vida, quedando reducida al núcleo giratorio de una estrella de neutrones, o púlsar.
El púlsar, identificado como PSR B1853+01, es el punto brillante en la parte superior izquierda de W44, que en esta imagen se muestra de color azul claro.
W44-Rayos X |
W44 y su entorno |
El
centro del remanente de supernova también brilla en la banda de los rayos X
como resultado de la altísima temperatura del gas atrapado en su región
central, que puede alcanzar varios millones de grados centígrados. Los cúmulos
de mayor emisión energética revelan regiones con una mayor concentración de
elementos pesados.
En
el frío borde de la región central, el gas es arrastrado a medida que el
remanente se expande en el espacio.
En
el borde superior derecho del frente de expansión se puede distinguir una
cavidad más pequeña, donde la onda de choque del remanente de supernova forma
una especie de lazo. Esta región también contiene gas caliente, ionizado por la
intensa radiación ultravioleta emitida por las jóvenes estrellas masivas que se
ocultan en el interior de la nube.
Un
claro ejemplo es la región de formación de estrellas con forma de punta de
flecha que se puede distinguir a la derecha de W44, que parece estar apuntando
a un trío de complejas nubes moleculares, más hacia arriba y a la derecha.
Los
detectores de Herschel en la banda del infrarrojo lejano también son capaces de
buscar regiones de polvo y gas caliente más allá de W44, donde se agrupan las
nuevas estrellas.
Los
objetos compactos que salpican la imagen son las frías semillas de futuras
estrellas, que terminarán emergiendo de sus capullos de polvo.
En
la esquina inferior izquierda de la imagen se alcanza a ver el plano galáctico,
como una difusa emisión púrpura.
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