PRIMERAS CONCLUSIONES DE LOS RESULTADOS DEL TELESCOPIO ESPACIAL PLANCK
Como ya
os anunciamos en un artículo anterior, este telescopio ha elaborado la imagen
más detallada que se conoce del universo cuando éste apenas tenía unos 380.000
años. La imagen se corresponde a los datos recogidos en los primeros 15,5 meses
de observaciones de Planck.
Este telescopio espacial fue
diseñado para trazar un mapa de estas fluctuaciones a lo largo de todo el
firmamento, con la mayor resolución y sensibilidad disponibles hasta la fecha.
La precisión de los datos
obtenidos es tal que han desvelado una serie de “anomalías” inexplicables para
las que habrá que desarrollar nuevas teorías físicas.
Uno de los descubrimientos más
sorprendentes se refiere a que las variaciones en la temperatura de la señal
obtenida a grandes escalas no se amoldan a las predicciones del modelo
estándar, siendo la intensidad de la señal algo menor de la esperada.
Igualmente la asimetría en la
temperatura media de los dos hemisferios celestes contradice la teoría, pues
debería ser similar, en general, en cualquier dirección del espacio observable.
El telescopio también ha
detectado una región fría en el firmamento más grande de lo esperado. Esto, que
ya había sido detectado por su predecesor, la misión WMAP, se obvió en su
momento pensando que eran errores de medida. Ahora se confirma, que hay algo
que debe seguir siendo investigado.
Una manera de explicar estas “anomalías”
es integrar que el Universo no es tan homogéneo como se pensaba, a gran escala.
Tal vez, la luz de la señal CMB podría haber seguido una ruta más complicada de lo que se pensaba para cruzar el Universo creando así algunos de los patrones extraños detectados en la imagen presentada por
la ESA.
Anomalías aparte, los datos se
ajustan a la teoría predicha de forma brillante, veamos los más relevantes
hasta ahora:
Aumenta la proporción de materia oscura del 22,70% al 26,80% y la ordinaria del 4,50% al 4,90%, por el
contrario la energía oscura se reduce, del 72,8% al 68,3%.
También han fijado un nuevo valor
para la tasa de expansión del Universo actual, o constante de Hubble, a 67.15
km/s/Mpc, un valor considerablemente inferior al estándar utilizado en
astronomía (77 ± 15% km/s/Mpc)
Estos datos dan a nuestro
universo una edad de 13.820 millones de años.
“Este es el comienzo de un
nuevo viaje, y esperamos que el análisis continuado de los datos de Planck nos
ayude a resolver este misterio”, comenta Jan Tauber, Científico del
Proyecto Planck para la ESA.
Seguiremos la pista a esta
apasionante información, que nos acerca cada vez más al misterio de la creación
del Universo en el que nos encontramos.
Tenéis más información en http://www.esa.int
Fuente: http://www.esa.int/ESA
Adaptado por Alfredo García
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