En
esta ocasión la suerte nos sonrió y una parte de las previsiones, la relativa a
la humedad, no se cumplió. Diversas
fuentes meteorológicas que íbamos consultado mientras se acercaba el día
previsto vaticinaban para esa noche un
porcentaje del 82% y con esta elevada tasa es muy difícil hacer una observación
presentable, ya que en poco tiempo se empapan los oculares, cartas, mesas, sillas,
etc, etc además de que en el horizonte la contaminación lumínica se acentúa y
se eleva varios grados por las luces de las poblaciones.
Tras
interminables intercambios de emails en estos días previos preguntándonos si
nos lanzábamos o lo aplazábamos para otra ocasión, seis “locos” apostamos por arriesgar y acertamos de pleno.
El
grupo de los seis, con notable ausencia de compañeros
La
deliciosa previa g-astronómica habitual
a la espera de la oscuridad, y el montaje de los instrumentos nos entretuvieron
mientras observamos como el cielo presagiaba una noche espléndida como así
ocurrió.
La
Luna en segundo día de creciente y Mercurio debajo
Dada la orden de salida cada uno a sus labores.
Patricio Leiva, estuvo siguiendo el programa de observación y medición de estrellas Dobles de AL (Astronomical League). Midiendo estrellas de la constelación de Orión.
La noche estaba tan transparente que al final estuvo con Francisco Javier observando algunos objetos de cielo profundo, y el tránsito de Ganímedes sobre Júpiter, impresionante la sombra del satélite sobre el planeta y la gran cantidad de detalles que se pudieron distinguir.
Francisco Javier Álvarez con su inseparable cámara estuvo haciendo un pequeño fragmento de timelapse, realmente no llegó a 10 seg de video, pero fue un total 230 imágenes con 40 segundos de exposición; también estuvo “jugando” con el ISO, que con el nuevo menú de la cámara, le permite configurarlo de mil maneras diferentes.
El
cielo poco antes de la oscuridad total
Luis Viana En su afán por seguir conociendo y
fijando algunas constelaciones en el firmamento, comenzó la noche alineando el
telescopio hacia la constelación del Can Mayor para ver algunos de los objetos que
contiene. Después paso a orientar su telescopio hacia a Géminis, con Castor
como referencia, para más tarde recrease
con Tauro y Orión, donde consiguió ver seis de las estrellas del trapecio. En estas
constelaciones busco algunas dobles que son su gran debilidad, llevándose
alguna sorpresa agradable.
Más
tarde pasó a identificar la constelación de la Ballena, descubriendo una bonita doble y por
último, gracias al amigo Francisco Javier, localizó las estrellas que forman la figura de la Hidra y estuve observando algunos
objetos de esta constelación.
Para
acabar la noche se centró en Júpiter, gracias a la magnífica noche, lo observó
como nunca antes lo había hecho, con una nitidez espectacular. El colorido, las
bandas increíblemente definidas, sus satélites
como esferas y uno de ellos,Ganímedes, hacía sombra sobre Júpiter y pudo
seguir su trayectoria durante buen rato.
A
la vuelta una anécdota que ya por
repetida se nos hace habitual, al llegar
a la población de Trigueros, un control de la Guardia Civil, parada y a dar cuenta de todo el material que llevaba, sin que la cosa fuera a más.
Carmelo Álvarez, anduvo con uno de sus magníficos
paseos por las constelaciones, cuya redacción colocaremos en breve.
María Reyes Hereza
y un servidor (Paco Tello) empezamos a confeccionar el borrador para la nueva sección de nuestro blog que será la continuación a la ya
finalizada: El cielo con prismáticos.
Tomamos
mediciones de grados de campo con
prismático de 10 x 50 y con los binoculares Vixen BT80 con tres tipos distintos
de oculares. También comprobamos en qué lugar de la Escala de Bortle podemos situar el cielo desde nuestro lugar de
observación, además de realizar un par de bocetos de objetos de cielo
profundo, y aprovechamos la oportunidad que nos ofrecía la
magnífica noche (pocas así entran en el
año) constatar algunos de los objetos Messier que se suelen indicar en diversos
listados como “visibles a simple vista”.
Con
la tarea terminada, llegó la despedida y hasta la próxima.
Muy buena crónica, Paco.
ResponderEliminarPor curiosidad, ¿qué día fue esa salida?
Lo digo porque el día 25 de enero planté mi telescopio en la azotea y, además de ver a Júpiter con nitidez, fui testigo también del tránsito de Ganímedes y la proyección de su sombra en la superficie del planeta. Supongo que sería el mismo día.
Gracias, un saludo.
Paco, has pillado un bólido en una de las fotos... si es que no puede ser, eres un máquina.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Aguilar, nuestra salida fue el sábado 1 Febrero.
ResponderEliminarVer el tránsito de uno de los satélites de Júpiter siempre resulta atractivo.
Un saludo y gracias por tu comentario.
Alfred, la foto del bólido es de Fco Javier.
ResponderEliminarEl mérito es suyo.
Saludos.