Antonio Conde
Fui
el primero en llegar, un viaje tranquilo desde el Portil hasta " la Tierra
Media", me dispuse a montar el equipo pensando en las bondades que me
deparaba el cielo, igualmente en mi cabeza también rondaba como Don Paco lo
había clavado, ausencia total de nubes, con lo mal que pintaba por la mañana,
algo de viento el cual se fue calmando y
bastante frío,...más del esperado. Al poco llegó el "gurú" del
cielo, nos saludamos como Dios manda mientras charlábamos de varias cosas entre
ellas el observatorio "rociero" de marras. ¡Vaya equipazo! Más tarde
fueron llegando el resto, Alfred, y los Luises, al cual uno de ellos no lo
conocía en persona, como no,...fue un placer conocer a otro colega.
Vinito
y dulces, por cierto espectaculares, y manos a la obra.
Como
bien dice Luis, la noche prometía, pero lo cierto es que las hemos tenido
mejores. En Orión, la siempre visitada Nebulosa. Pude probar el NPB, el afamado
filtro UHC de DGM Optics, según dicen por los mentideros del imperio, el mejor
y el más barato,...la destacaba más haciendo que se abrieran sus alas, de eso
no hay duda, aunque en honor a la verdad el uso de filtros y sus bondades cada
vez lo veo un tema muy, pero que muy personal ya que por contra la estética y
la plasticidad de la imagen se ve seriamente perjudicada. Repito este es un
tema muy personal. Igual a otro le gusta, yo todavía estoy ahí. En cuanto a
contraste obtenía la misma imagen cuando reduje la focal del ocular al Delos 8.
El NPB fue enroscado en el 12.
Júpiter
espectacular, el ZAO I de 6 con el cristal del Taka marca la diferencia, hubo
momentos en los que de repente como por arte de magia aparecían detalles
sutiles que hacían que esbozara una sonrisa.
Aunque
lo que si me gusto y mucho fueron los cúmulos M46 y 47, gracias Paco por hacer
de Stellarium momentáneo.
Otra
imagen para el recuerdo fue la galaxia del sombrero, M104, junto con los
asterismos del Tiburón (Jaws) y el de la Puerta de las estrellas (Star Gate),
preciosa imagen en un campo de casi 3 grados, merece la pena volver allí en
cuanto se pueda.
Fui
el segundo en marcharme después de Paco, ya que tenía los pies sobre todo el
izquierdo a punto de ir a urgencia para que me cortaran el dedo gordo, además del frío que se me había metido en la
espada. En fin para la siguiente, prometo que el frío no podrá conmigo.
Luís García.
Primero
un saludo para todos los compañeros, los que estuvimos en la picota y también para
los que no pudieron asistir.
Mi
nota final para la observación fue de muy buena, sobre todo porque hacía bastante
tiempo que no estaba allí con vosotros observando este cielo tan precioso que
tenemos, la noche en general fue buena, pero note mucha contaminación lumínica por la zona este y sur-este.
Mi
primera parada fue como no, en la constelación de Orión: M42, M43, M78, Las
Tres Marías, (Alnitak, Alnilam y Mintaka) Betelgeuse y dos estrellas rojas de
carbono BL y W Orionis fueron cayendo en
mi binocular.
Pase
a continuación a Can Mayor, allí mi primer objetivo fue el precioso cúmulo M41,
y seguidamente fui a 145 Canis Majoris, la
estrella doble, conocida como la Albireo de invierno, otra preciosidad,
seguidamente el pequeño pero magnífico cumulo abierto NGC 2362 y por supuesto no
deje sin ver la estrella más brillante del cielo, Sirius.
Desplace
mi binocular hasta Lepus, donde estuve intentando ver una estupenda estrella
roja R Leporis, la conocida gota
de sangre, pero debido a que es una variable no la pude ver como en
otras ocasiones que lucía espléndida.
A
continuación me fui a Puppis viendo esa estrella amarilla parecida a nuestro
sol que está en el centro del cumulo abierto NGC 2451, de allí pase a Cáncer para disfrutar viendo los cúmulos M44,
M67 y otra estrella variable roja, X Cancri.
En
Canes Venatici, la preciosa y más brillante de la constelación, la estrella Cor
Caroli, y seguidamente otra estrella de carbono, Y Canum Venitacorum, conocida
como la soberbia (superba) y el
cúmulo globular M3.
Otro
pequeño salto para caer en Coma Berenices y
contemplar el gran cumulo abierto
Mel 111, el cúmulo globular M 53 y M 64, la galaxia del Ojo negro.
Ya
finalizando la observación fui a la constelación de Hidra, para ver el gran
cúmulo abierto M 48, la nebulosa planetaria, el fantasma de Júpiter, y la estrella gigante roja U Hydrae.
Por
supuesto no deje de echar una mirada a Júpiter con sus satélites, Marte y a Saturno que ya había subido alto en el
horizonte este.
Este
es el relato de mi noche de observación y espero que nos veamos pronto.
Un
saludo
Continuará...
Continuará...
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