Por Juan Domingo Camacho
La
Picota a 1 de Agosto de 2014
Lo
primero es mencionar los que acudimos a la observación: Carmelo Álvarez, Carlos
Lozano, Antonio Conde, Luis Viana, Jose Antonio Domínguez y yo.
La
noche se presentaba buena, con algunas nube amenazadoras en el horizonte y que
al final terminaron pasando y nos dejó tras su paso un cielo que hacía tiempo
que no veía. Eso sí, hizo un frío que para el mes en el que nos encontramos, !!
Que tela ¡¡.
Cuando
fuimos llegando entre saludos y charlas, sobre todo con la gente a la que hacía
mucho tiempo que no nos veíamos, el tiempo se nos echó encima y algunos
tuvieron que montar el telescopio totalmente de noche.
Carmelo
estuvo con su paseo habitual, esta vez por Lira y yo fui a seguirle, pero
cuando vi en el cuaderno de observaciones los objetos que tenía preparado,
desistí y preferí estrenar el buscador de la polar que me habían regalado por
mi cumpleaños y hacer una buena puesta en estación de mi montura para intentar
traerme algunas fotos y mejorar un poco los tiempos de exposición.
La
verdad es que el estreno fue muy satisfactorio ya que pude hacer unas tomas muy
buenas y conseguí tiempos de 1 minuto, lo que pasó es que hacía mucho aire y al
final decidí asegurar y no hacer tomas de más de 30 segundos.
Carlos
estuvo probando un nuevo binocular en su telescopio que a mí me puso los
dientes largos. Jose Antonio se trajo un juguetito que nos tuvo a todos, toda
la noche dando vueltas a su alrededor para asomarnos y disfrutar de las vistas
que ofrecía ese pedazo de telescopio. Luis estuvo observando la constelación
Ofiuco para aprender un poco más de esa constelación y Antonio estuvo dando un
repaso a varios cúmulos y estrellas dobles.
Al
final mientras recogimos y nos despedimos nos dieron cerca de las 5 de la
mañana por lo que para mí fue otra noche magnífica de observación y como
siempre echando de menos a los que no pudieron venir.Bueno
aquí os dejo las fotos de M8 Nebulosa de
la Laguna, M20 Trífida y como no
podía faltar de M31 Andrómeda.
Messier 8 Nebulosa de la Laguna
Messier 20 Nebulosa Trífida
Messier 31 Andrómeda
Por Antonio Conde
Compañeros,
una noche más en aquel lugar mágico, no sólo por lo que nos brinda el cielo
sino por la buena gente que hay concentrada en tan poco terreno.
Como
dice Juan Domingo, la noche fue buena pero de menos a más con alguna otra nube
que se asomaba por allí y un frío que hizo que recogiéramos antes de tiempo, jajajaja,
al menos yo tenía pensado quedarme algo más, pero en esta afición como en la
caza o en la pesca si no hay ciervos ni peces hay que recoger.
Quise
centrarme en una constelación que por la época en la que estamos no es muy
propicia para escudriñar sus secretos, pero lo cierto es que días antes y desde
mi casa en el Portil, la estuve mirando ya que por circunstancias de mi
emplazamiento, mi patio trasero que no tiene grandes luces da al norte.
La
constelación en cuestión fue Cassiopeia, Casiopea para los amigos. Los objetos
que repase hasta muy adentro, (esto se me está pegando de nuestro querido
compañero Jose Antonio) fueron los siguientes:
NGC457
o el llamado cúmulo de ET, y es que el que lo bautizó así lo clavó, NGC 633,
este es un pequeño cúmulo que vais a permitir le ponga el nombre del
"cúmulo de los dos búhos" ya que sus cuatro estrellas principales
parecen los ojos de dos búhos mirándote. La sorpresa vino cuando metiéndome más
adentro descubrí que alguno de sus ojos eran estrellas dobles con apreciables
colores.
Otro
objeto con el que estuve entreteniéndome como un niño con un juguete nuevo, fue
el cúmulo abierto denominado Markarian 6; en este objeto Jose Antonio me demostró cómo
hay que mirar para ver más, se nota la experiencia de unos ojos más entrenados
que los míos. Me paré un ratito como no en M103, con el Nagler 31 y más de 3
grados su estrella de referencia para encontrarlo (Ruchbah) hacía de faro
molestando algo la observación sin despistes del propio cúmulo. Muchas veces
tanto campo tampoco es tan bueno como uno pueda pensar.
Seguimos
con el Stock 2, por cierto ¿habrá un número 1? cúmulo abierto espectacular
donde los haya, aquí sí que se necesita campo y es que probablemente de haber
tenido unos prismáticos hubiese sido el instrumento perfecto para poder
quedarse aún más tiempo observando tal cantidad de estrellas. Abandone esta
preciosa constelación, (la primera que descubrí su forma, todo hay que decirlo,
hace ya de eso unos pocos años) fijando el GOTO en otro cúmulo abierto que más
bien parece un globular y es que no es oro todo lo que reluce ¿verdad M53?
La
conclusión que saqué comparando un lugar de observación con otro, (El Portil vs
La Picota) es fácil de adivinar, ¿no? Pues dejarme que os diga que no tanto en
el mayor número de puntos estelares que se veían como en la capacidad de
apreciar y sacarle más fácilmente los
colores a las estrellas producto de un mayor contraste.
Por
supuesto queda en pausa echar otro vistazo cuando la constelación esté madura y
a muchos más objetos que no sobrepasen la doceava magnitud, límite del TSA 102.
Después
me fui al Cisne y gracias al filtro UHC que me prestó Carlos, gracias compañero, pude ver parte de la Nebulosa de
Norteamérica, por cierto ¿por qué le pondrían ese nombre?, jejeje. Sin el
filtro ni la intuía.
Poco
le quedaba a la noche notando cada vez más el frío que iba en aumento y que se
me había metido en la espalda cuando quise ir a visitar a Hércules y sus dos
principales cúmulos, M13 y M92, uno mejor que otro para mi abertura por
supuesto, que no se me enfade ninguno de los dos, pero como digo, no los exprimí como se merecen
porque por aquel entonces yo ya era el primo del Yeti.
Recogida
de trastos, alguna que otra risa y vuelta a casa no sin encontrarme un ciervo
que quería saludarme a la luz de los faros de mi coche, menos mal que decidió
darse la vuelta justo en el borde de la carretera.
Un
saludo a todos, los que estuvieron y los que lamentablemente no pudieron.
Hasta
la próxima.
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