Por Antonio Conde
Verán
ustedes, uno es agnóstico pero déjenme que al menos mi corazón albergue un hilo
de esperanza al respecto.
Por
un lado la montura la cual ha estado pasando un proceso gripal al menos de la
del tipo "A" parece que ya está recuperada, tampoco quiero decirlo
muy fuerte porque lo que sí parece probado es que funciona mejor cuando se le
da más alpiste, ya veremos en que queda la cosa puesto que tal y como le
susurré al oído bien alto o se portaba OK o iba para Barcelona directamente
desde allí y sin pasar ni siquiera por Huelva, se entiende que se asustó porque
no estornudó ni una sola vez.
Y
por otro lado y una vez se quedó el grupo a la mitad, se apareció como reza el
título de la crónica la mismísima Virgen de la Picota y es que Sara y Javi
decidieron trasladar la mesa y el trípode en plena oscuridad hacia donde
estábamos nosotros, aquello como digo parecía un Palio con sus vaivenes, al
percatarse Carmelo, "El Niño la Picota", se arrancó con una saeta y es que la ocasión
venía que ni pintada, torrijas y un largo etc habían hecho de preámbulo,...que
garganta!, y que risas...
Es
cierto!,...hablemos de astronomía. No llevaba un plan determinado puesto que
mis intenciones iban encaminadas por otros derroteros, el funcionamiento al
100% de la susodicha montura.
El
plan fue improvisado, nada más encender el Sky Safari me saltó a la vista el
Lovejoy, su localización fue bastante fácil y es que estaba en la primera
constelación que aprendí a reconocer del cielo, Casiopea, a unos graditos de la
estrella Delta (Ruchbah). No fui capaz de vislumbrar su cola, pero el simple
hecho de pensar en él hace que me sienta pequeño y es que como aquel dice no
somos nadie.
Visita
obligada a la nebulosa de Orión, se veía muy bien su estructura pero no así el
trapecio y es que a pesar de que había una buena transparencia no había tan
buen seeing, alrededor de 1.6" de arco, con lo que ello implica. Se
probaron varios oculares pero como digo nada de observar con claridad la 5° y
la 6° estrella y es que aunque nos rodeemos de los mejores instrumentos quien
manda es quien manda y no se hable más.
Observé
algún que otro objeto en Coma Berenice,
concretamente dos globulares M53 y NGC5053. También M3, otro globular
para mi gusto más propio para pequeñas aberturas en la constelación de Canes
Venatici.
El
siguiente objeto fue una doble, Cor Caroli en la misma constelación del
anterior globular, Canes Venatici, muy bonita, os la recomiendo sin lugar a
dudas. No es tan espectacular en cuanto a la saturación de colores como las
Albireos (de invierno y de verano) pero como digo se dejan querer.
Siguiendo
con mi montura a pleno pulmón y sin desfallecer le tocó el turno a Júpiter, ya
se ha dicho todo de este gigante de gas, pues eso. A las 2:24 tenía previsto
transitar su gran tormenta, la GMR, y si bien no pudimos observarla en todo su
esplendor a la hora de irnos si empezó a aparecer de derecha a
izquierda,...aquí acabó la historia de Júpiter y de mi jornada.
Con
el deseo de un feliz retorno para todos nos marcamos unas risas que hicieron de
la noche una maravillosa experiencia entre buenos amigos y locos de esta
afición.
Un
saludo y hasta la próxima
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