Por Carlos “Moriarty”
Salida 16-05-2015
La pasada noche estuvimos reunidos un buen montón de amigos a los que, por
desgracia, hacía muuucho tiempo que no veía. Muchas veces por el mal tiempo, el
trabajo o los temas familiares han hecho que pasen meses desde mi última
salida... ya tenía mono. En fin que viendo las previsiones meteorológicas me
propuse desquitarme y allí que me planté. Raro en mí pero en esta ocasión
llegué de los primeros y allí me encontré con Carmelo, que ya tenía todo
montado para cobrar las entradas al recinto, y Paco Tello con sus BT80 y que
estaba preparando "viandas nocturnas". Por cierto, qué exquisitez los
dulces que nos trajo cortesía de su mujer así como el rebujito ése de
naranja tan fresquito. La verdad es entraba que daba gusto y todos pudimos
darle buenos tientos... Bueno todos no, Carmelo por lo visto no sé qué hacía
que allí donde pusiera el vaso se lo tiraban. No sé si llego si quiera a
probarlo jejeje.
En fin, que fueron llegando el resto de compañeros Daniel en compañía
de su padre, Ramón, Luis Enrique, Luis Viana con su padre y su amigo Diego y Alfred.
Creo que no se me escapa nadie... También agradecer a Alfred y Luis sus regalos
traídos de Estambul, unos dátiles enormes y unos dulcecitos de yo que sé pero
que estaban de muerte. Como veréis el preludio de la observación ya indicaba lo
bien que lo íbamos a pasar.
Bueno volviendo a las estrellas, para empezar tuvimos que esperar un buen
rato a que anocheciera, se nota que las tardes ya son mucho más largas pero a
la vez más agradables porque prácticamente estuvimos toda la noche con poco
abrigo y sin viento. En mi caso, esta vez me traje un nuevo equipo, un
refractor 120/600 que he "recuperado" y que tenía sed de fotones... y
no me defraudó. Este equipo está destinado únicamente a grandes campos
estelares, destacando su uso en cúmulos abiertos, nebulosas, asterismos... De
hecho, el ocular que empleé casi todo el tiempo fue el Nagler 22 que me
proporcionaba unos 3º de campo real y 27x. En semejante ventana del cielo caben
muchísimas cosas que con otros equipos simplemente son imposibles. Destacar por
ejemplo la constelación de Lira en la que la nebulosa M57 quedaba flanqueada
por sus dos estrellas. También fue turno, aprovechando la época, de ver Omega
Centauri. Sin duda el mayor cúmulo globular a nuestro alcance pero que debido a
su baja altitud no siempre se muestra accesible. En este caso allí estaba, a
unos 10º sobre el horizonte. Simplemente impresionante.
Luego estuve probando otros objetos más claves para este tubo. Empecé por
la norteamérica (NGC7000), Pelícano y alrededores. Efectivamente allí estaba y
el empleo del filtro UHC ayudaba aún más a destacarla. Aun así está claro que
requiere de muy buenos cielos para verla en condiciones. A continuación los
Velos, en Cisne. Me encantó la visión de todo el arco completo.... y ya por
último y aprovechando que Escorpio y Sagitario levantaban, le eché un vistazo a
las nebulosas de allí. Ver M20 y M8 en el mismo campo fue una sorpresa... Hacia
las 3.30 empezamos a recoger.
En fin, noche larga que a mí se me hizo muy corta por la buena compañía,
por el buen tiempo y por supuesto por el gran espectáculo que nos brindaba el
firmamento.
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