Por Sara y Javier.
Después de meses sin poder ir de observación, ya llegó el
momento, y el buen tiempo.
Al llegar estaban nuestros amigos:
Paco, Antonio, Luis y Pepi, y Carmelo. Luego fueron llegando los demás. Paco sacó un brebaje fresquito de zumo de
naranja, y un bizcocho exquisito.
Luego, fuimos manos a la obra:
Empezamos la noche metiéndonos de lleno en los objetos
Messier de la constelación de Escorpio.
- Cúmulo de Ptolomeo (M7 o NGC 6475) es
un cúmulo abierto muy disperso. Su
figura principal describe una H acostada, con dos alineaciones EW y una NS,
donde se encuentran las estrellas principales. A partir de este esquema, se
abren varias líneas de expansión, que duplican las dimensiones de esa figura y
finalmente la rodean como una corona poco densa.
Observaciones al telescopio
revelan unas 80 estrellas en un campo de 1,3º. La distancia a este cúmulo es de
800 a 1.000 años luz. La edad del cúmulo se estima en unos 220 millones de
años. La estrella más brillante tiene una magnitud de 5,6.
A través de los binoculares
pudimos observar como las estrellas que daban forma al cúmulo destacaban
claramente. Respecto a su figura principal, nos pareció más una X que una H
volcada.
- Cúmulo de la Mariposa (M6 o NGC 6405)
es uno de los cúmulos abiertos más brillantes y extensos, cuya disposición
recuerda la imagen de una mariposa con sus alas extendidas.
De su velocidad radial, -11.50
km/s, y puede calcularse que se aproxima a la Tierra a unos 41.400 km/h.
La estrella más brillante del
cúmulo es la estrella variable BM Scorpii, una supergigante amarilla o naranja
que oscila entre las magnitudes 5,5 y 7.
A partir de nuestras
observaciones pudimos apreciar unas 5 estrellas muy brillantes que aportaban la
forma al cúmulo.
- M4: es uno de los cúmulos globulares más
cercanos en el cielo; de acuerdo con resultados más nuevos su distancia es de
quizá solamente 7.200 años luz.
Con respecto a nuestras observaciones, pudimos apreciarlo a
la perfección.
- M80:
es un cúmulo globular 8ª magnitud. Su
diámetro angular de 9’ correspondería, para una distancia de 36.000 años luz, a
unos 95 años luz. El cúmulo se ve como una pequeña pero brillante bola redonda
con un núcleo más brillante; el brillo de su superficie disminuye hacia las
regiones exteriores.
En esta ocasión, no pudimos
apreciar claramente dicho cúmulo, observándose excesivamente difuso.
También nos metimos levemente en la constelación de
Sagitario:
- M24: no es un “verdadero” objeto celeste, sino
una enorme nube de condensación galáctica dentro de la Vía Láctea, visible a
través de un agujero del polvo interestelar. Se encuentra a una distancia
aproximada de 11700 al y su magnitud es de 4.6.
Observado con los binoculares,
dicho cumulo ocupaba todo el campo de visión de estos. Verlo fue todo un placer
para la vista.
- M25: es un cúmulo relativamente poco
conocido, ya que no figura en el catálogo NGC, aunque más tarde fue incluido
por Dreyer en su apéndice IC, por lo general de objetos débiles, aunque en
realidad, no lo es.
Está compuesto, por lo menos, por
86 estrellas. Pueden observarse dos gigantes de tipo espectral M y dos de tipo
G, de las cuales las de tipo G forman parte realmente del cúmulo, mientras que
las de tipo M, no lo son.
La distancia que la separa de nosotros es de 2.000 años luz,
mientras que su diámetro es de unos 23 años luz.
Al igual que el anterior su campo era enorme y se apreciaba
a la perfección.
- Nebulosa de la Laguna (M8 o NGC
6523): Uno de los rasgos más notables de M8 es la presencia de nebulosas
oscuras conocidas como “glóbulos” (Burnham) que son nubes de protoestrellas con
diámetros de unas 10.000 Unidades Astronómicas.
En el interior de la región más
brillante de la Nebulosa de la Laguna podemos ver un rasgo notable de la misma,
el comúnmente llamado “Reloj de Arena” en el que se produce una intensa
actividad de formación de estrellas.
Sus estrellas más luminosas son 9
Sagittarii y HD 165052; ambas estrellas son
de tipo espectral O. Son sistemas estelares binarios y los principales
responsables de ionizar y excitar la nebulosa.
Luis compartió con nosotros
Albireo. Una estrella doble de la constelación del cisne. La primera de ellas
se apreciaba naranja y la otra plateada. Una preciosidad que se contemplaba
claramente a través de sus binoculares.
Luego nos fuimos a las dobles
dobles de Lyra. A través de los binoculares de Luis pudimos observarlas,
aunque de forma tenue.
Después de observar tales
preciosidades, nos sentamos en nuestras sillas a contemplar el cielo tan
espectacular que nos brindaba la noche. Nos quedamos tan relajados que nos
entró sueño y decidimos que era la hora de marcharse.
Fue una noche estupenda, con
gente maravillosa y un cielo oscuro espectacular. Estamos deseando volver en
Agosto.
Un abrazo a todos
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