miércoles, 10 de agosto de 2016

SE MUEVE, NO SE MUEVE

OBSERVACIÓN DEL 5 AGOST0 2016

Por Alfred Rodríguez



Salir de Sevilla un viernes tarde, dirección Huelva es toda una odisea (no espacial, sino terrenal) y tras más de media hora larga de retenciones en la carretera consigo llegar al centro de La Picota a eso de las 22 horas. Para una vez que salgo en hora… Tras saludar y alegrarme mucho de ver de nuevo a todos, y ver entre nosotros a José Lumbreras en su visita anual, me centro en sacar todos los bártulos y montar el telescopio.

La puesta en estación es aceptable, aunque noto que el objeto en cuestión tiende poco a poco a situarse en un lateral del campo de visión del ocular. Como tenía ganas de observar algunos objetos, decido arrancar y más tarde si hay mucha desviación volver a alinear el telescopio.

Tras dar un paseo por algunos de los objetos más brillantes y conocidos visibles en ese momento como Saturno, Marte, a Júpiter no llegué a tiempo, y algún otro del catálogo Messier como M31, M51, M57, M24, y Albireo y Almach. Hago una cenita temprana, y tras ella retomo la observación. No obstante decido realinear, y para mi sorpresa, durante el proceso de alineado, a la segunda estrella el láser no funciona por falta de energía en su pila… Decido asistir a Luis que me había pedido minutos atrás hacer pruebas con la máquina de fotos.

Entre tanto voy y no voy para la fotografía, comprobamos Luis y yo que mi telescopio vibra excesivamente y no sabemos bien cuál pudiera ser la causa. Carmelo se ofrece a dejarme su láser, lo cual agradezco, aunque prefería en ese momento tantear el tema astrofoto con Luis. Dejo el telescopio a la suerte de las Perseidas.

Instalada la Nikon en el SC8” de Luis Viana hacemos pruebas con Almach (γ And) estrella doble, sin éxito. Salen movidas, una coma evidente en la negrura espacial de la fotografía nos lleva a jugar con las ISO, f/xxx, obturación… sin un resultado aceptable. ¿Será la cámara o la propia inexperiencia e ignorancia personal la que hacen que salgan movidas?
Sea lo que sea esperando ya para la siguiente observación con las mismas ganas… y es que esta afición remueve grandes sensaciones internas. Quizás sea porque durante breve instantes situamos una inmensidad, un pelín más cerca de nosotros, tan cerca como tan dentro de uno mismo.


Hasta la próxima amigos y amigas.

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