sábado, 2 de noviembre de 2019

Crónica de la salida de observación 26-27 octubre. LA COSECHA.

Dedicado a Carmelo Álvarez.

Últimamente salimos a observar y poco o nada dejamos de constancia de nuestro desvelo por la noche, salvo Carmelo en su cuaderno de observación.

   Anotamos poco y hablamos mucho, congeniamos y lo pasamos estupendamente con la compañía de unos y otros. Cada uno hace su cosecha propia, hasta se habla de quedar para recolectar gurumelos en condiciones, es decir con sus adecuados cestos de mimbre, y se habla de cual año o en qué lugar y en qué mes se le logró mejor seeing del cielo.

Ahí está la noche y Carmelo con sus medidas, poco tiempo puedo ahora que mi vista está cansada por los años dedicar a mirar en visual, por lo tanto, yo escucho comentar a los colegas si está siendo mejor ocasión esta observación en “La Joya”, o en la pasada observación en “La Picota”, amenas conversaciones sobre la mejor o peor transparencia de la atmosfera de esta nueva ubicación.

Yo guardé silencio, me reservé de hacer comentario alguno de forma subjetiva hasta terminar de hacer las tomas y lograr obtener esta cosecha de fotos que os muestro, conseguida gracias a la ayuda de Enrique López, compañero de trabajo que me acompaño en esta pasada salida:

         Después de haber logrado a las 21:00 una puesta en estación con un error de tan solo 23”.

La medida del error comentada es objetiva: la hace el PC a partir de la grabación de video, en ella encuentra la diferencia del centro de giro de la montura e identifica la posición real del polo celeste a partir de la foto en vivo de la cámara ASI 178MM acoplada al buscador 8 x50.

 Con esta disposición de la CCD desde las 21:10 a las 21:40 empezamos a cosechar:


M33. Fueron 961 segundos de exposición (16 minutos)

 
Desde las 21:50 a las 22:05:
M31
Apilado de tomas de 3 segundos hasta lograr 15' de exposición.

Y luego desde las 22:05 a las 22:15:



Doble cúmulo de Perseo, apilado de 100 tomas, tiempo total de exposición 5 minutos

A partir de las 22:31 hasta las 23:32: Apuntamos a la constelación de Lira.

Enrique quería ver alguna nebulosa planetaria de las que se les puede considerar como uno de los ojos de Dios. Y para captar sus detalles y sus colores, en un objeto tan pequeño a foco directo en el tubo principal del S/C de 10” con focal 2500mm colocamos la cámara color ASI 1600 CC.

Los primeros intentos sin refrigerar la cámara no daban resultados satisfactorios; no sabíamos si el seeing no era bueno en esos momentos, o si era insuficiente hacer las tomas con sólo 700 milisegundos de exposición para lograr sin binnig que la cámara captara con claridad los detalles de la nebulosa del anillo.

Al colocar la refrigeración y bajar 13ºC la temperatura de trabajo de la cámara, pareció que creaba condensación por cruzar bajando la temperatura el punto de rocío en el Chip de la CCD a tan solo 5ºC. Miedo e ilusión se mezclaron en la espera hasta comprobar que no se formaban gotas de condensación en la red de pesca de fotones que es nuestra CCD.
              El tiempo atmosférico mejoró la claridad del cielo, manteniendo constante la temperatura de la CCD durante casi una hora, y aumentando el tiempo de cada toma de 700 milisegundos a 2000mseg en el último intento de 15 minutos, una imagen medio aceptable apareció resultante del apilado ante nuestros ojos en la pantalla de portátil.



M57, nebulosa del anillo, apilado de 450 fotogramas de 2'', 15 minutos de exposición total.

Cenamos algo, y ya llegamos al cambio de fecha, ya domingo, entre las 00:03 y las 00:09 dos tomas de 380 milisegundos a la doble de Albireo, aprovechando que estamos cerca desde Lira en Cisne. Quería enseñarle a Enrique el claro contraste de colores de la doble:

Albireo y su compañera a 30 milésimas de segundos pierden su forma circular y danzan, se ven deformados y en turbios tubos en vibración, en “lucky image” de vez en cuando se ven puntuales, pero lo normal es verlos bullir por efecto de la atmósfera.

En las estrellas circundantes no se aprecia este efecto dado que sus brillos son bajos y solo nos permiten ver tenue y difuso el centro en torno al que imagino bullen igual que estas tan brillantes, a causa de sus bajas magnitudes y a este tiempo de exposición tan reducido es un engaño su aparente puntualidad.

La estrella doble Albireo, 380 milisegundos de exposición en un campo de estrellas de dimensiones 4,87´x3,69´.

Desde las 00:20 hasta las 01:20 nos dedicamos a cazar satélites geoestacionarios tratando de identificarlos de uno en uno.

Hacemos tracking de seguimiento con la telemetría actualizada una hora antes de nuestra salida de Huelva.

Del control goto computarizado del telescopio se encarga el ordenador que sigue el movimiento previsto del satélite, así que las estrellas se mueven todas al unísono sobre el fondo oscuro del cielo. La única estrella que permanece fija en la imagen de la CCD ASI 178MM que tenemos montada en el buscador 8x50 es nuestro satélite.

Tras dos éxitos, encontrando los satélites en las posiciones previstas, tenemos problemas para localizar un tercero, mirando la diferencia de posición sobre la vertical de tierra del último, había posibilidad de que estuviera en el cono de sombra de tierra a pesar de que estamos localizando un objeto a más de 37000 km de distancia.

Un intento con otro satélite de la lista y topamos con un satélite doble, Miguel, Javier y Pedro comentan que al ser un “debris”, es decir, un resto de basura espacial, y como era de la serie Cosmos podían ser restos de los lanzadores, carcasas o motores cohete de las etapas de lanzadores de la extinta Unión soviética. Era posible que hubiéramos topado con los restos de un cohete con doble lanzador.

Son ya las 1:15 y con la CCD monocroma apuntamos a las Pleyades, 15 minutos de exposición apilado de exposiciones de 1 segundo haciendo binning x2, para tratar de captar la nebulosidad del velo de Merope:

         Estuvimos sacando las tomas de esta imagen de las Pléyades desde las 1:24 hasta las 1:40.

          Busco en la lista de objetos para la noche y localizo entre las constelaciones de Jirafa, Osa Mayor y Lince, a la galaxia espiral NGC 2403 con un brillo superficial de magnitud 14,89. Es muy bajo el brillo, pero el binning x2 funciona.

        NGC 2403. 15 minutos de exposición total formado con 60 tomas de 15 segundos refrigeradas a 5ºC y en binning x2 entre las 1:55 y las 2:19 del domingo 27 de octubre 2019.


          No es algo banal indicar la fecha y hora de las fotos de galaxias, es para que si alguno le interesa entretenerse en buscar un posible candidato a nova en esta imagen de la galaxia pueda comparar y comunicar el descubrimiento.

         Ya me pasó en una ocasión que fui la primera persona en el planeta en fotografiar la nova más intensa de ese año, concretamente en el verano del 2005, en la bonita galaxia del remolino, y siendo el primero en fotografiarla, no la identifiqué. Si hubiera compartido mi foto con alguien, quizás lo hubiera comunicado al UAI y ahora tendría la satisfacción de compartir el descubrimiento de la Nova más espectacular del 2005 registrada en la Unión Astronómica Internacional.

         Son la 2:03, Orión está lo suficientemente alto en el cielo y su nebulosa es muy adecuada para enseñar a alguien que nunca ha mirado por un telescopio, Enrique. Ordeno un goto al telescopio a M 42, pero la imagen que muestra el campo de la CCD en color con el 10”es muy reducido, no cabe entera la gran nebulosa de Orión:

Trapecio de Orión, sigma orión, estrella múltiple en M42, apilado de 300 fotogramas de 1 segundo sin refrigerar, temperatura ambiente 13,3ºC con binning x2. sólo 5 minutos de exposición. Al no abarcar completa la nebulosa, cambié el plan de observación.

A las 2:38, quedan 22 minutos para el cambio de hora. Enrique y yo nos damos un descanso de usar el equipo por un tiempo. Nos fuimos a dar una vuelta para ver que estaban haciendo los demás: Alfred, Domingo, Luis Viana, Antonio Conde, Carmelo, Javier, Manuel, Pedro, Enrique Gallego…

Alfred y Luis estaban tratando de desdoblar visualmente un bonito sistema triple, no lograban distinguir la tercera estrella. Enrique anota las coordenadas del múltiple sistema. Mientras Enrique contemplaba visualmente lo que Carmelo y Antonio le mostraban en sus telescopios.

Alfred y yo realizamos un rápido goto con mi telescopio LX200 GPS 10” a las coordenadas anotadas por Enrique, 3 34 AR +24 28 DEC, es en Tauro, concretamente la estrella triple 7 Tauri, a 212 años luz de distancia, SAO 75999, comprobamos que incluso con la CCD, la tercera componente difícilmente se adivinaba como una protuberancia en la estrella principal de vez en cuando.

Solucionado el asunto de la tercera componente del sistema triple volvemos a poner en acción el telescopio para seguir cosechando fotones en las redes de la CCDs.

             Cuando eran otra vez las 2 y 12. Y el cambio de hora había pasado, hicimos ídem y cambiamos también el destino, de M42 a M43, la nebulosa de Marian, a las 2:30 teníamos este espectáculo ante nuestros ojos:



        Tres tomas de apilamiento de 60 fotogramas de 15 segundos hasta conseguir con cada 15 minutos, a foco directo con focal 2500mm, con la CCD ASI 1600 CC refrigerada a 5ºC, binning x2, constantemente 13 ºC por debajo de la temperatura de operación de la cámara.

El procesado ha consistido en un procesado automático standard en HDR suministrando las tres tomas preceptivas; subexpuesta, normal, y sobrexpuesta, logradas modificando las exposiciones de partida iguales a sensibilidad equivalente a  V=-6,3 en la toma oscura, reduciendo el histograma a un 33% del brillo original justo cuando empieza a quemar la toma en la parte brillante, a V=0 sin modificar el histograma la normal, y forzando a sensibilidad V=+2,3 para lograr la sobrexpuesta con un aumento de brillo del 133% el histograma justo cuando aparecen todos los detalles en todas las zonas con señal más débil en la imagen, antes de que aparezca el inevitable ruido de fondo.

Eran casi las tres de la madrugada y antes de cerrar la velada se mencionó la nebulosa del caballo y traté de localizarla para mostrársela a Enrique, pero el personal ya estaba por la labor de recoger. Nervioso por tratar de volver a capturar el caballo solo pude aproximarme. Solo fui capaz de capturar aledaño a la nebulosa, una instantánea de 15 segundos a binning x2 sin refrigerar y 2500mm de focal de la estrella doble Alnitak, a 7ºC con su bonita burbuja de luz, que creo mereció ser el punto de final de la recogida de la cosecha de aquella noche.

Doble de Alnitak

Carmelo mide, y mide, anota y mide, yo le escuché, …  y a ti, … y a él, … y a ellos, a todos… y a Macarena, a Patricio que sólo fueron a ver qué tal era la nueva ubicación, callé pues no tengo bien la vista ya para opinar en visual, ahora bien, puedo fotografiar, y ahora sí que puedo afirmar más que opinar… Carmelo decía verdades como Sancho, pero con el idioma de un Quijote…

Carmelo medía, y con sus números, nos decía un “ventimucho”… es más que en la Picota… que también depende de la hora… que de hora en hora cambia, … que más días habrá que venir… y otras condiciones peores o mejores habrá, al igual que ocurrió en la Picota, pero aquí mido y da mejores números.

De verdad os digo que:
Que no son gigantes mi señor, que son molinos….

Estábamos disfrutando una noche con el mejor seeing en décadas de observaciones. Y todas estas imágenes de estos frutos de la cosecha de aquella noche son molinos y no gigantes que hacen prueba de aquello que Carmelo nos decía sobre que LA JOYA tiene mejor calidad de cielo nocturno.

Un gran abrazo a un gran amigo, Carmelo, de tu amigo;
Manuel Miguel Reina Viedma


Autor: Manuel M. Reina Viedma.

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