Desde el pasado 28 Diciembre de 2011 hasta el 12 Enero de 2012, nos encontramos en otro periodo de lluvia de meteoros, última del año y primera de este. El día 4 de Enero a las 7.20 T.U. se espera el máximo de TZH ( tasa horaria cenital) de esta lluvia.
El origen
No se conoce con exactitud el origen de esta lluvia, se cree que está producida por el asteroide 2003 EH1 o planeta menor 196256 y que a la vez este asteroide fue parte del cometa ya extinto C/1490 Y1, que según esta teoría este cometa fue avistado en los años 1490 y 1491 por astrónomos chinos, japoneses y coreanos, cuestión esta última más que dudosa por estudios realizados recientemente.
La lluvia
Esta lluvia junto a las Gemínidas son de las más activas del año. A pesar de no gozar de tanta popularidad como las Perseidas que nos llega en el mes de Agosto, fecha con buen tiempo y que invita a salir por la noche, no debemos dejar de pasar por alto la superior particularidad de estas lluvias por la duración de los trazos en el cielo, de 3 a 4 segundos. Su tasa/horaria puede llegar a los 120 meteoros hora (Variable 60/200)
Su actividad se encuentra muy concentrada en el día del máximo, siendo los meteoritos muy numerosos y brillantes, mientras que en los días previos o posteriores su tasa horaria y visibilidad es muy pobre.
La velocidad geocéntrica de estos meteoros es moderada, unos 41 Km/segundo.
La observación
Esta lluvia de meteoros, como todas las lluvias, lleva el nombre de la constelación donde se sitúa su radiante. En este caso la singularidad que la caracteriza es que la constelación Quadrans Muralis (del latín Cuadrante del Muro) en la cual se sitúa el radiante, hoy está desaparecida o extinta.
Hagamos un poco de historia: En el año 1795 el astrónomo francés Joseph Jérome Lalande vivía una época donde todo astrónomo que se preciara en sus observaciones y registros, dedicaba una estrella u constelación a un Rey o Noble para ganarse su gracia. Lalande asigno a una serie de estrellas una figura, creando una constelación a la que le dio el nombre del instrumento que le servía para realizar mediciones de la posición de las estrellas. Lalande incluyó esta constelación en las cartas del cielo de aquel tiempo; este nombre de Quadrans Muralis no tuvo mucha popularidad y 126 años más tarde la UAI la suprimió. Ocupaba una zona entre las constelaciones de Boötes (el Boyero) Draco (el Dragón) y Ursa Maior (Osa Mayor).
Entre 1820 y 1830 los observadores del cielo fueron notando un incremento en los primeros días de cada año, de caída de meteoros y con el paso de los años ya en 1839 constataron que esta lluvia resultaba ser periódica y como por entonces el radiante estaba en la constelación de Quadrans Muralis aún en vigor en aquella fecha, se le puso el nombre de Cuadrántidas. La constelación ha desaparecido pero aún nos queda el recuerdo de su nombre.
En la noche del pico máximo la Luna nos estará iluminando con un 74.62% de su superficie, aunque su puesta mediada la madrugada nos dejará un cielo oscuro si la climatología nos acompaña y podremos disfrutar de esta lluvia para empezar el año con un buen pié.
No olvidaros los abrigos, los guantes y llevar bebida caliente.
Texto: Paco Tello
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