Por Carmelo
Álvarez
La Picota, 30
de Noviembre del 2013
Es
una constelación del hemisferio norte, en la Vía Láctea y fácil de reconocer.
Es muy conocida por su famosa lluvia de estrellas las Perseidas, también por la estrella variable Algol (Beta Perseus) con una magnitud
que oscila entre 2.3 y 3.4, cada 68 horas y 49 minutos y que decir de su joya
más preciada el doble cúmulo abierto NGC
869 y NGC 884. Hace dos años escribí algunas líneas sobre él que me
supieron a poco y en la noche de hoy le voy a dedicar de nuevo toda mi
atención, porque este doble cúmulo no me canso nunca de observarlo.
Perseus en cuanto a objetos de cielo
profundo, tiene un buen surtido variado, tanto en el interior como en el exterior
de nuestra galaxia a los que dedicaré otra noche de observación.
Con
una noche totalmente despejada, sin viento, sin humedad y algo fresquita, pero
con un seeing moderado, percibiendo
temblores en las imágenes, en la escala de números romano III, me pongo manos a
la obra con mi equipo habitual telescopio Celestron SC 9.25 de 10 de focal y mi
juegos de oculares, dando comienzo a la observación.
En las entrañas del Doble Cúmulo de
Perseus.
El
doble cúmulo es el nombre popular por el que se conocen los cúmulos NGC 869 y NGC 884, ambos fueron
registrados por primera vez por Hiparco de Nicea, aunque ya se conocían desde
la antigüedad. Para mí, lo más extraño de este doble cúmulo, es que Charles
Messier no lo registrase en su catálogo, creo más bien que fue por un despiste.
Se
encuentran aproximadamente a 7700 años luz de distancia de nosotros y con una
edad aproximada de 12 millones de años, se cree que los dos nacieron de la
misma nube de gas y contiene estrellas mucho más jóvenes y calientes que
nuestro Sol.
Se
puede observar incluso a simple vista, cómo una manchita grisácea entre las
figuras de las constelaciones de Casiopea y Perseo; con unos prismáticos su
visión es mucho más gratificantes. Con el ocular Pentax de 40/70 que me da un campo de 71.5 minutos de arcos y
59 aumentos, lo veo al completo en el campo, todo un espectáculo. A
continuación pongo el ocular Ethos de 21/100 dándome un campo de 53.6 minutos
de arcos y 112 aumentos, aquí lo veo más espectacular y más luminoso, pero no
lo veo al completo dentro del campo del ocular, como el Pentax que me da 18
minutos más de arcos.
La
calificación que le doy al doble cúmulo es sencillamente espectacular.
Bueno, ahora
paso a ver los cúmulos abiertos por separados.
NGC 869: Es un cúmulo muy concentrado que
destaca mucho del fondo estelar, posee más estrellas débiles que brillantes y
es muy rico en estrellas. De magnitud 5.3 y 18 minutos de arcos. Con ocular de
13/100 que me da 181 aumentos y 33.2 minutos de arcos lo veo impresionante, con
la mayoría de sus estrellas de color azul y unas cuantas de color naranjas,
dándole un toque más especial al cúmulo.
Estando
viendo este cúmulo me vino inmediatamente a la memoria, el hombrecillo imaginario
que descubrió mi gran amigo y compañero Eduardo Fuentesal que desgraciadamente
ya no está con nosotros, así que me
centre y allí estaba el hombrecillo, en posición casi boca abajo en el centro
del cúmulo, en ese momento puse el
ocular de 8/100 que me da 294 aumentos y 20,4 minutos de arcos y se veía
impresionante. La calificación que le
doy al cúmulo es de espectacular.
NGC 884: También es igual a NGC 869, muy concentrado, destacando mucho del fondo estelar, posee más estrellas
débiles que brillantes y es muy rico en estrellas. De magnitud 6.1 y 18 minutos
de arcos. Con ocular de 13/100 que me da 181 aumentos y 33.2 minutos de arcos,
se ve que la mayoría de sus estrellas son azules y algunas de color naranjas,
que le dan un mejor toque al cúmulo. Mi
calificación es de muy bonito.
Este
ha sido mi apasionante y largo paseo por el doble cúmulo de Perseus, aunque en
esta ocasión el seeing no sé porto muy bien con nosotros, pero como digo no me
canso de verlo y otra vez será.
Saludos
cordiales y hasta el próximo paseo, que espero que sea pronto.
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