Por Francisco Javier
Álvarez.
A
pesar de que las distintas previsiones meteorológicas vaticinaban que al caer
la noche la humedad aumentaría bastante, varios compañeros decidimos realizar
la última observación del año y nos pusimos en camino hacia nuestro lugar de
observación. Llegamos temprano al carril de la Picota con tiempo de luz
suficiente para montar los equipos.
Como
siempre, todos teníamos una tarea
prevista para esta noche de los "santos
inocentes": Carmelo quería hacer uno de sus preciosos y ya habituales
paseos, esta vez por la constelación de
la Jirafa (Camelopardalis) y
además hacer el estreno de su nueva mesa de
comedor de cuya compra está tan
orgulloso; Antonio Conde estrenar su
nueva montura Takahashi, una joya, y Manuel Miguel y su hijo Maguel fotografiar con
el refractor montado en paralelo sobre la montura de su Schmidt Cassegrain, mi
tarea era crear un timelapse aprovechando la nueva opción de intervalómetro de
mi cámara.
Mientras
el cielo se oscurecía y como suele suceder en bastantes ocasiones, los
problemas técnicos empezaron a aparecer, la montura de Manuel Miguel y Maguel
no podía con el peso de los dos tubos, la nueva montura de Antonio en el momento de
alinear se le envió la orden de apuntar hacia Capella que estaba en el
horizonte este y se disparó hacia el
cenit, bastante lejos de la posición prevista. En mi caso veía que la pequeña
montura en la que tengo instalada la cámara iba demasiado rápido para los
40" de exposición que estaba tirando y las estrellas se presentaban muy movidas. El caos.
Con
el paso de los minutos se fueron
resolviendo algunos problemas, si no por completo, si minimizando, como ocurrió
con la montura Takahashi de Antonio, que en realidad era tan fácil de manejar y
tan simple, que era yo el que me complicaba buscando la opción de alinear
varias estrellas en el cielo y realmente a esta montura es suficiente alinear
con la polar, encenderla y decirle al software del IPAD que está apuntando a la
polar y ya está, así que el resto de la noche la montura se comportó
perfectamente.
Manuel
Miguel y Maguel aunque no pudieron utilizar su equipo al 100% sí pudieron tomar
algunos videos de Júpiter con el refractor.
Carmelo
no pudo observar los objetos de cielo profundo de Camelopardalis, fue el primero en darse cuenta de que la humedad estaba
haciendo acto de presencia con mucha rapidez y le hizo desistir de su tarea, pero
si observó algunos objetos más "vistosos" como la nebulosa de Orión, Júpiter,
la gota de sangre.... ¡ah, y el que encontró un tornillo que se le había caído
a la anilla de sujeción del refractor de Manuel Miguel y Maguel !
Yo
desconecte el motorcito de la montura de la cámara y tiraba al cielo con la
cámara fija, consiguiendo comprimir varias horas en tan solo 22 segundos de
vídeo.
Las
previsiones meteorológicas por esta vez acertaron de pleno y la humedad se hizo
tan fuerte que sobre las 22:00 comenzamos a recoger y vuelta a casa.
Otro año será.
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