miércoles, 1 de enero de 2014

LLUVIA DE METEOROS CUADRÁNTIDAS 2014

Desde el pasado 28 Diciembre de 2012 y hasta el 12 Enero de 2014, nos encontramos en otro periodo de lluvia de meteoros: las Cuadrántidas.
El origen
No se conoce con exactitud el origen de esta lluvia, pero según estudios recientes la posible procedencia de esta lluvia de meteoros son los restos del asteroide 2003 EH1 o planeta menor 196256, (la misma fuente de las Gemínidas)  asteroide que, a su vez, fue parte del cometa ya extinto C/1490 Y1.
La tierra cruza la órbita de este cuerpo celeste perpendicularmente, lo que hace que esta lluvia de meteoros sea muy rápida. Entre 1820 y 1830 los observadores del  cielo fueron notando un incremento  en los primeros días de cada año, de caída de meteoros y con el paso de los años (ya en 1839) constataron  que  esta lluvia resultaba ser periódica. 
Así, la primera lluvia registrada de las Cuadrántidas ocurrió el 2 de enero de 1825 efectuada por Antonio Brucalassi en Italia; el mismo día 2 de enero, pero del año 1835 esta lluvia de meteoros fue observada por Louis François Wartmann en Suiza.  Sin embargo no fue hasta 1839 cuando  se sugirió que el fenómeno podría ser anual: Adolphe Quetelet del Observatorio de Bruselas y Edward C. Herrick (Connecticut), independientemente el uno del otro, lo hicieron después  de estudiar el fenómeno durante un tiempo. Ya en 1863 Stillman Masterman propuso un posible origen de esta lluvia de meteoros. 
La lluvia
Esta lluvia, junto a las Gemínidas es de las más activas del año. A pesar de no gozar de tanta popularidad como las Perseidas, no debemos dejar de pasar por alto la superior particularidad de esta lluvia por la duración de los trazos en el cielo: de 3 a 4 segundos, y su tasa/horaria puede llegar a los 120 meteoros hora (Variable entre 60/200)
Según el IMO su pico máximo se espera a las 19.30 T.U. del día 3 de Enero. Su actividad se encuentra muy concentrada en ese momento, siendo los meteoritos muy numerosos y brillantes, mientras que tanto en los días previos y posteriores su tasa horaria y visibilidad es muy pobre.
La velocidad geocéntrica de estos meteoros es moderada: unos 147.000 Km/hora.
La observación
Esta lluvia de meteoros (como todas las lluvias) lleva el nombre de la constelación donde se sitúa su radiante. En este caso la singularidad que la caracteriza es que  la constelación  Quadrans Muralis (del latín Cuadrante del Muro) en la cual se sitúa el radiante, ya no existe.  Las estrellas que componían esta extinta constelación han sido integradas en la constelación del Boötes (El Pastor de Bueyes)
En la noche y hora del pico máximo, desde nuestra latitud el radiante se situará justo en la línea del horizonte norte, lo que hará que podamos perder la visión de algunos meteoros, pero conforme avance la madrugada el radiante irá subiendo sobre el horizonte y su visión mejorará. Mientras tanto la Luna que se encuentra en el segundo día de fase creciente con un porcentaje iluminado muy escaso, se ocultará casi a la vez que se produce el pico máximo de meteoros y no influirá en su  visibilidad.  Solo nos queda que las condiciones climatológicas nos acompañen para poder disfrutar de una buena lluvia de estrellas.

Nuestras recomendaciones como es habitual para este tipo de efemérides son:

  • Alejarse de cualquier núcleo urbano. Buscar un lugar lo más oscuro posible, libre de fuentes de iluminación que puedan dificultar la visión de los meteoros.
  • Acomodar nuestra visión a la oscuridad. Para ello, necesitaremos un tiempo no inferior a 15 minutos para que la pupila se adapte convenientemente.
  • Ponerse cómodo. Si la zona elegida para observar lo permite, tumbarse en el suelo sobre un saco de dormir o una manta, o bien sentarse sobre una silla reclinable y sobre todo no olvidarse de  llevar buena ropa de abrigo,  en estas fechas las  noches  son muy frías.
  • Llevar algo de comida y bebida caliente.
  • No usar prismáticos ni telescopios. A simple vista se observará  mejor, pues tendremos más campo de visión.


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