Por Luis Viana.
Salida del 24 Enero 2015
La
Picota ha dejado de ser un lugar solitario indudablemente, y lejos han quedado
ya aquellas noches en las que aparecían 3 ó 4 locos aficionados a la
astronomía.
El
ambiente que hoy día existe allí no es maravilloso, es mucho más, es mágico, es
pura poesía estelar bañada de un cúmulo de amistades que ejercitan en un
universo paralelo su deseo de disfrutar con lo que el cosmos les ofrece.
Ese
día salí de la gasolinera de Huelva con dos compañeros más hacia la Picota,
para Luis Enrique sería su primera vez.
Una
vez llegado saludé con amigables abrazos a todos mis amigos y decidí montar mi
Celestron porque la noche sería larga.
Después
llegó el maravilloso vino de Paco y sus migas para comenzar después con el
intento de instalación de un programa que me regaló Manuel Miguel en el
portátil para poder manejar desde éste el telescopio y poder ver las imágenes
desde el mismo una vez se acoplara cámara o vídeo. Fue una batalla perdida,
pensamos por culpa del antivirus del portátil, pero seguiré intentándolo.
Más
tarde el amigo Paco nos llamó para ofrecernos un chocolate caliente delicioso
que nos calentó el cuerpo, y entorno a la mesa echamos un corto descanso.
Tras
la breve pausa pasé a recordar algunas constelaciones visualmente para seguir
con el aprendizaje de las constelaciones y la fijación de otras que no están
suficientemente retenidas en mi cerebro.
Después
comencé a memorizar estrellas dobles en el telescopio. Tenía un catálogo de
varias constelaciones y estuve observando dobles en Orión, Tauro, Can Mayor, Lepus
y algunas otras constelaciones y aprovechando para memorizarlas en mi
Celestron.
Me
pasaba de vez en cuando por Júpiter y Orión para ver varios objetos y después
estuve ocupado con más dobles hasta que el cansancio me pudo a eso de las 3 de
la mañana y junto a Alfred decidimos salir cada uno para su ciudad dejando aun
allí a Manuel Miguel y su amigo Venancio que también se estrenaba esa noche.
La
Picota se ha convertido en un lugar de encuentro donde se disfruta con
verdadera ilusión cada instante.
Hasta pronto amigos.
Por Antonio Conde
Veinticuatro de Enero de
2015
Salida
nº 2 o "Cómo un guante de lana intentó arreglar una montura de unos pocos
miles de Euros".
...veinte
minutos fueron los que la montura funcionó a la perfección, curiosamente
aquellos en los que le puse uno de mis guantes a la tapa del bisinfin.
Casualidad o no, no me lo podía creer, pero así fue.
Perdonen
ustedes si he empezado la casa por el tejado pero es que el tema se las trae y
a día de hoy aún seguimos evaluando de que se trata. He hecho multitud de
pruebas, incluido su despiece y lo que parece claro es que la salida del eje de
RA no está bien, muy probablemente se trate de la etapa de potencia, pero ya se
verá. Ya no me pone nervioso!,...estamos en un proceso de conocernos y de
intimar como lo hacen unos recién enamorados,... llegaré a dominarla. Tengo
claro que la experiencia es un saco lleno de calamidades. Habrá que seguir.
Fuimos diez los presentes en esta ocasión, no
voy a nombrar a nadie de los que estuvimos y si al gran ausente, Don Carmelo,
el capitán general como a mi gusta llamarle. Se te echó de menos compañero y
nos debes una, así que haber como lo haces.
Por
su parte Don Paco, el master chef y maestro también de muchas otras cosas quiso
esta vez deleitarnos con unas exquisitas migas regadas con el habitual y no por
eso menos común vino dulce al que nos tiene acostumbrado. Gracias Paco como
siempre por tu generosidad.
Entrando
ya en materia, he de decir que esos veinte minutos que me brindó la montura fue
de lo más productivo gracias sobre todo a uno de nuestros compañeros,...Luis,
que con su Miyauchi de 100 mm y su conocimiento del cielo hizo ese ratito como
digo muy agradable.
Me
centré en la constelación del Can Mayor, una constelación conocida por tener la
estrella más brillante de todo nuestro cielo, Sirius. Me encantó, pudimos ver
cuatro joyas a las que por supuesto intentaré volver para quedarme más rato y
así exprimirlas aún más.
La
primera fue una estrella doble, HR 2764, conocida con el nombre de la Albireo
de invierno, espectacular. Hay algo que me ha llamado la atención una vez he
comparado mis anotaciones in situ con la información que nos brindan los
diferentes programas astronómicos que por suerte hoy en día tenemos. Se trata
de una estrella naranja-roja de la quinta y séptima magnitud,...pues bien lo
curioso es que los colores que yo aprecié fueron claramente un azul y un
naranja, además como digo muy intensos. Esta cuestión me va a hacer volver a
ella para meterle más aumentos y ver de qué colores son esos dos diamantes del
invierno boreal. Será un placer, de eso no habrá duda.
Otro
objeto fue el catalogado como NGC2362, se trata de un open Clúster o cúmulo
abierto con una estrella en el centro muy brillante junto a otra de tamaño
minúsculo que me hicieron pensar en una madre y su hija de camino a algún
lugar. Parecían entenderse y estar cogidas de la mano una de la otra.
M41
fue otro de los objetos visionados de
esta constelación en esta fría noche de invierno. Se trata de un cúmulo abierto
situado justo en línea recta hacia abajo partiendo desde Sirius. Créanme que no tiene perdida y bien merece la pena
deleitarse y profundizar en él para ver que objetos esconde, que pena no tener
mucha más abertura,...
Llegamos
al casco de Thor, NGC2359,...había algo, una mancha muy difusa,...repasé los
apuntes y para este objeto se recomendaba la utilización de un filtro de
oxígeno doblemente ionizado, esto es un OIII,...y así fue, le puse ese zapato
al Nagler 31 y apareció como por arte de magia. Era mucho más evidente y se
dejaba vislumbrar la forma de un casco, que más que el de Thor a mí me
recordaba al de Asterix, es lo que tiene la imaginación, jeje.
Ya
cambiando de tercio y sin dejar de pensar en cuantas cosas bonitas me había
hecho pasar esa constelación, nos fuimos a Monoceros,...de la Roseta nada de
nada, sólo su cúmulo, el NGC2244. Probé con otro filtro, el NPB, un filtro tipo
UHC y menos restrictivo que el OIII, pero como digo fue imposible.
Ya
me quedaba poco tiempo y no porque me tuviera que marchar, sino porque a la
montura se le estaba acabando la "pila", quise irme a Lepus,...la
liebre en "normal" y deleitarme con una de las estrellas más rojas del
firmamento, no sin antes hacer una parada en un cúmulo globular pequeñito, se
trata de M79. Como digo es pequeñito, ( 1.3 arc.min) pero hay que visitarlo,
estamos en temporada. La noche, a pesar de no haber humedad, ni nubes no fue
una noche buena del todo, el jet stream hacía de las suyas, había muchas
corrientes de aire en altura que hacían que no pudiera exprimir mi óptica para
poder profundizar en él como me hubiese gustado.
Fue
en el intermedio que me tome para buscar información sobre el número SAO de la
estrella carmesí de Hind, o gota de sangre de Hind, no confundir con la otra
gota de sangre, la Mu de Cefeo o Garnet Star (esto de los ordenadores tiene
esas cosas, si cambias una letrita ya está perdido y te dice que no se
encuentra en su base de datos,...serán tontos) cuando mi montura dijo basta, la
pobre estaría cansada y es que 20' para una montura de más de 3000€ es pedirle
mucho, no creéis?. Pues bien a pesar de eso me armé de valor y gracias como
dije al principio a nuestro compañero Luis pude encontrarla a manoskí y
disfrutar de ella más tiempo del que pensaba gracias al ocular que más campo me
brinda, el Nagler 31 con sus más de 3° de FOV.
La
noche a pesar de mi parada siguió, el cielo no se detuvo, y una tras otra pude
ver como se iban sucediendo de este a oeste las figuras de las diferentes
constelaciones que allí se dieron cita esta noche.
Entre
charla y charla con los compañeros, láseres que iban y venían, algún que otro
consejo siempre desde el corazón, etc, etc,...di por finalizada mis andanzas en
una noche donde como digo pudimos
conocer y charlar sobre nuestra pasión con nuevos compañeros que se acercaron a
la Picota para quedarse maravillado con la película en la "tele de
plasma" que tenemos sobre nuestras cabezas cada noche y que inexplicablemente
pasa desapercibido por tantas y tantas personas que debido a lo ajetreado de
esta vida,...a los problemas del día a día y demás historias hacen que la noche
sea para dormir y descansar y no para admirar semejante espectáculo. Bueno pues
ellos sabrán.
Gracias
a todos y hasta la próxima
Buena crónica, pero que buenos momentos y cuanto se aprende. :-)
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