Estas son las del compañero de Cygnus, JJ Mantero en cuyo honor, el lugar de observación lleva su nombre.
Bueno, pues os cuento a los que no fuisteis. Llegué al lugar a eso de las 9.30 de la noche y allí estaban, Paco que ya comenzaba a recoger, el Sr. Carmelo, Edu con su ya inseparable EF
Disfrutamos de lo lindo con los teles de Carlos, Edu y Manuel, es increíble ver los brazos de las galaxias en espiral a ojo y los cúmulos que parecen bichos estampados contra el cristal del ocular.
El amigo Jose Lumbreras, me mostró la cabeza del caballo con el filtro UHC y allí estaba. Y el cúmulo de galaxias de Virgo que me impactó, en mi teles desde Valverde nunca lo había visto. En mi teles pude ver una nebulosa de Orión casi cerrada por completo, que nunca había visto con tanta luminosidad, el anillo de Saturno pasar por delante del planeta, se distinguía con claridad. El polo de Marte unidos a algunas regiones que nunca tampoco había visto con mi teles, para mí Marte siempre era un disco rojizo en el que una vez desde los pinos de Valverde, pude distinguir un punto blanco en uno de los polos.
En fin la experiencia fue genial, risas cafelitos y telescopios,unidos a esa explosión de luz que nos ofrecen los dobson-paelleras.Mereció la penar dormir solo una hora.
Comentario de Francisco Javier
Yo creo que todo el mundo disfrutamos mucho de esa noche, yo me quedo con la M51, M3 y la pequeña galaxia del campo de M13, también me gusto mucho el Saturno que vi con el telescopio de Manuel el asturiano, dar las gracias a Jose Lumbreras por su esfuerzo de venir desde Madrid para acompañarnos.
Comentario de JJ Lumbreras
Aquí estoy de nuevo, un poco depre con la vuelta al trabajo tras un finde pletórico con mis buenos amigos.
Ya ha habido repercusiones incluso en el Astrohubble del acontecimiento del estreno del GTL First Ligth.
Esa M51 me quema todavía en la retina. El fantasma de Júpiter me lo perdí lamentablemente, pero no me perdí la Anular de Lyra, M106 y un globular que creo que era M13

Sr. Mantero, gracias por conducirme hasta tan magnífica atalaya del cielo.
Muy agradecido por la hospitalidad y amistad. A todos sin excepción..con el pesar de que os encontréis físicamente tan lejos, cuando estáis tan cerca en el corazón.
Al día siguiente estuve con Jose Antonio en el Alto del Piornal, Cáceres, donde todavía quedaba nieve de la última nevada. Pero el tiempo no fue justo con nosotros y al poco de montar el tele se nubló por completo y no hubo más remedio que recoger y regresar a Madrid.
Un abrazo fuerte