lunes, 9 de diciembre de 2013

LLUVIA DE METEOROS GEMÍNIDAS 2013

Desde el pasado 7 de Diciembre nos encontramos dentro del periodo de actividad de la penúltima lluvia de meteoros del año: las Gemínidas: este periodo finalizará el día 18 de este mes de diciembre, siendo su pico máximo la noche del 13 al 14.
Sin duda alguna las Gemínidas es una de las mejores lluvias que podemos observar, siempre que tengamos la suerte de tener un cielo despejado y que el brillo de la Luna no influya con su iluminación; por desgracia en esta ocasión la Luna  se encontrará en fase gibosa creciente con un 89% iluminada y su posición en el cielo estará cercana a la constelación del radiante, interfiriendo mucho la observacion en las horas del pico de máxima actividad.

El origen
La Tierra en su órbita alrededor del Sol pasa a través de los desechos del cometa 46P/Wirtanen, los cuales se encenderán en nuestra atmósfera como meteoros. También en esta época del año, nuestro planeta cruza la trayectoria orbital de un misterioso objeto llamado 3200 Faetón, el cual podría ser un asteroide o un cometa quemado orbitando nuestro sol. La combinación de los escombros de 3200 Faetón con los del cometa Wirtanen podrían dar lugar a una buena lluvia de meteoros.

 La lluvia
En el Hemisferio Norte, desde hoy 9 de Diciembre y desde un lugar oscuro podemos empezar a ver meteoros en una tasa 6/8 meteoro/hora; esta tasa se irá incrementando con el paso de los días y puede llegar hasta los 100/120 meteoros/hora (en su pico máximo) aunque lo más probable es que solo podremos ver entre 50/80 meteoros horas la noche del 13 al 14, además como decíamos anteriormente por la influencia del brillo lunar esta tasa bajará considerablemente.
Será posible empezar a observar a partir de las 21 horas y mejor desde las 05.30 de la madrugada (cuando la luna se haya puesto), hasta el amanecer.
Con el paso de los días la intensidad de la lluvia ira decreciendo para finalizar su periodo de actividad el día 18 con una tasa de 1 ó 2 meteoros/hora.
Para los observadores  situados en el  Hemisferio Sur, el radiante  de las Gemínidas no sobrepasa la línea del horizonte terrestre, de forma que su observación se reduce sustancialmente, por lo que tendrán que esperar hasta la noche de la máxima tasa/hora, para tener la opción de ver unos 20-30 meteoros hora.
El color predominante de estos meteoros es blanco, pero pueden llegar a ser de diferentes colores: amarillos, rojos, azules y verdes. Su velocidad de entrada en la atmosfera terrestre es moderada: unos 35 Km por segundo.

Radiante para el Hemisferio Norte

La observación
Las Gemínidas, tienen su radiante entre las estrellas con nombre de los Dioscuros Cástor y Pólux en la constelación de Géminis; esta constelación es muy fácil de reconocer en el cielo por el brillo de estas dos estrellas casi gemelas, a unos 30 grados al noroeste de Orión.
Pólux es la más brillante de las dos con una magnitud 1.15.  Es una gigante naranja que se encuentra a una distancia de 33.71 años luz de nuestro Sistema Solar, siendo por tanto la gigante naranja más cercana a nosotros y a la que recientemente se le ha descubierto un planeta extrasolar.
Cástor, tiene una magnitud de 1.90 y está a 51.55 años luz. Es una binaria visual que se convierte en un sistema séxtuple al observarla con telescopio.
                       
Recordamos nuestras recomendaciones para este tipo de efemérides :
  • Alejarse de cualquier núcleo urbano. Buscar un lugar lo más oscuro posible, libre de fuentes de iluminación que puedan dificultar la visión de los meteoros.
  • Acomodar nuestra visión a la oscuridad. Para ello, necesitaremos un tiempo no inferior a 15 minutos para que la pupila se adapte convenientemente.
  • Ponerse cómodo. Si la zona elegida para observar lo permite, tumbarse en el suelo sobre un saco de dormir o una manta, o bien sentarse sobre una silla reclinable y sobre todo no olvidarse de  llevar buena ropa de abrigo, pues las noches por estas fechas son muy frías.
  • Llevar algo de comida y bebidas calientes.
  • No usar prismáticos ni telescopios. A simple vista se observará  mejor, pues tendremos más campo de visión.
Buena suerte y hasta la próxima lluvia que será las Úrsidas en los días de Navidad y a continuación las Cuadrántidas, en los primeros días del próximo año 2014.

Texto: Paco Tello

sábado, 7 de diciembre de 2013

UN PASEO POR PERSEUS

Por Carmelo Álvarez

La Picota, 30 de Noviembre del 2013
Es una constelación del hemisferio norte, en la Vía Láctea y fácil de reconocer. Es muy conocida por su famosa lluvia de estrellas las Perseidas, también por la estrella variable  Algol (Beta Perseus) con una magnitud que oscila entre 2.3 y 3.4, cada 68 horas y 49 minutos y que decir de su joya más preciada el doble cúmulo abierto NGC 869 y NGC 884. Hace dos años escribí algunas líneas sobre él que me supieron a poco y en la noche de hoy le voy a dedicar de nuevo toda mi atención, porque este doble cúmulo no me canso nunca de observarlo.
Perseus en cuanto a objetos de cielo profundo, tiene un buen surtido variado, tanto en el interior como en el exterior de nuestra galaxia a los que dedicaré otra noche de observación.
Con una noche totalmente despejada, sin viento, sin humedad y algo fresquita, pero con un seeing  moderado, percibiendo temblores en las imágenes, en la escala de números romano III, me pongo manos a la obra con mi equipo habitual telescopio Celestron SC 9.25 de 10 de focal y mi juegos de oculares, dando comienzo a la observación.
En las entrañas del Doble Cúmulo de Perseus.


El doble cúmulo es el nombre popular por el que se conocen los cúmulos NGC 869 y NGC 884, ambos fueron registrados por primera vez por Hiparco de Nicea, aunque ya se conocían desde la antigüedad. Para mí, lo más extraño de este doble cúmulo, es que Charles Messier no lo registrase en su catálogo, creo más bien que fue por un despiste.
Se encuentran aproximadamente a 7700 años luz de distancia de nosotros y con una edad aproximada de 12 millones de años, se cree que los dos nacieron de la misma nube de gas y contiene estrellas mucho más jóvenes y calientes que nuestro Sol.
Se puede observar incluso a simple vista, cómo una manchita grisácea entre las figuras de las constelaciones de Casiopea y Perseo; con unos prismáticos su visión es mucho más gratificantes. Con el ocular Pentax de 40/70  que me da un campo de 71.5 minutos de arcos y 59 aumentos, lo veo al completo en el campo, todo un espectáculo. A continuación pongo el ocular Ethos de 21/100 dándome un campo de 53.6 minutos de arcos y 112 aumentos, aquí lo veo más espectacular y más luminoso, pero no lo veo al completo dentro del campo del ocular, como el Pentax que me da 18 minutos más de arcos.
La calificación que le doy al doble cúmulo es sencillamente espectacular.
Bueno, ahora paso a ver los cúmulos abiertos por separados.
NGC 869: Es un cúmulo muy concentrado que destaca mucho del fondo estelar, posee más estrellas débiles que brillantes y es muy rico en estrellas. De magnitud 5.3 y 18 minutos de arcos. Con ocular de 13/100 que me da 181 aumentos y 33.2 minutos de arcos lo veo impresionante, con la mayoría de sus estrellas de color azul y unas cuantas de color naranjas, dándole un toque más especial al cúmulo.
Estando viendo este cúmulo me vino inmediatamente a la memoria, el hombrecillo imaginario que descubrió mi  gran amigo y compañero Eduardo Fuentesal que desgraciadamente ya no está con nosotros,  así que me centre y allí estaba el hombrecillo, en posición casi boca abajo en el centro del cúmulo, en ese momento  puse el ocular de 8/100 que me da 294 aumentos y 20,4 minutos de arcos y se veía impresionante.  La calificación que le doy al cúmulo es de espectacular.
NGC 884: También es igual a NGC 869, muy concentrado,  destacando mucho del fondo estelar, posee más estrellas débiles que brillantes y es muy rico en estrellas. De magnitud 6.1 y 18 minutos de arcos. Con ocular de 13/100 que me da 181 aumentos y 33.2 minutos de arcos, se ve que la mayoría de sus estrellas son azules y algunas de color naranjas, que le dan un  mejor toque al cúmulo. Mi calificación es de muy bonito.
Este ha sido mi apasionante y largo paseo por el doble cúmulo de Perseus, aunque en esta ocasión el seeing no sé porto muy bien con nosotros, pero como digo no me canso de verlo y otra vez será.
Saludos cordiales y hasta el próximo paseo, que espero que sea pronto.


miércoles, 4 de diciembre de 2013

DE EXCURSIÓN POR LOS CIELOS

En la tarde del pasado 30 de noviembre quedaron de acuerdo Belén, Pablo, Alfredo y María Reyes, para reunirse con el grupo de Astronomía Andrómeda de Huelva, en el sitio donde éste va habitualmente. Al llegar ya estaban casi todos y aprovechaba PacoTello las últimas luces de la tarde para sacar fotos de los que daban los últimos toques a la instalación de sus equipos.
Era una buena hora de merienda, así que abiertas las mesas, las decoramos convenientemente con delicia de dátiles-bacon; hojadrinas-ala-miel; polvorones-almendrados-caseros; roscos-al-azúcar y un riquísimo vino-marca-del fotógrafo que, vino el vino, a dar el punto definivino a tan divina merendola pues para eso estábamos allí congregados, para pasar un buen rato admirando a las divinidades de las alturas. 
Casi listo y las ganas de comer son más.
 Así que una vez la oscuridad suficiente para empezar la excursión y provistos de las listas que generosamente había sacado para todos Paco, empezamos por el primer objeto: la estrella doble Alfa en Capricornio, preciosa. Una vez vista, pasamos al siguiente objeto: la estrella doble Beta, asimismo en Capricornio, distinguiendo muy bien el color anaranjado de la β1 y el azulado de la β2.
Saliendo por la zona del pico de la misma constelación encontramos el cúmulo globular M30 que me dio la satisfacción de localizarlo, primera vez que lo hacía, ya que esta constelación me resulta algo difícil identificar su trazo y me tengo que imaginar, para conseguirlo, como un mantoncillo de feria (sin flecos, claro) colgado del firmamento.
Se pasó a continuación a la zona de acuario que, —hay que tener imaginación para según dicen su asterismo es una jarra vertiendo agua— y aunque mi imaginación no me daba aquella figura, sí ganas de verter agua, así que alejándome un poco me fui en busca del meade con lo cual me perdí la búsqueda de los objetos que estaban señalados: nebulosa planetaria de La Hélice, la de Saturno y M2. Pues sí, todo eso me perdí, porque por aquello del frío me había puesto mallas, pantalón vaquero, otro polar, chaquetas con cremallera, en fin un vestuario algo farragoso para cumplir con la tarea...
Cuando me incorporé de nuevo al grupo ya andaban por Pegaso, que estaba en todo el “craj-nuka” (Forges dixit) así que dándole a la manilla de mi trípode lo subí todo lo que pude para poner mis 9x63 en vertical y asomándome conseguí distinguir brevemente M15. Como ya estaba puesto en algunos telescopios pude contemplarlo más cómodamente. Asimismo, pude contemplar también la galaxia espiral en Piscis M74, que es conocida también como la del Abanico.
Tocaba luego otra galaxia en una constelación llamada del Triángulo, la M33; ésta la identifico muy bien porque se me figura una tapita de queso que está al lado de la constelación de Andrómeda. Me la tapiñé rápidamente y pasé a desistir del siguiente objeto: el cúmulo abierto en Andrómeda que me forzaba ya excesivamente el craj-nuka. Pero si lo pude observar en varios de los teles de los compis. También en uno de éstos, pude enviar un saludo al “hombrecillo” en Perseo del recordado compañero Eduardo.
Habíamos hecho un alto en la observación para sentarnos alrededor de una mesa y dedicar su tiempo a los bocatas. El frío se había calmado bastante por lo que la tertulia se hacía fácil y anecdótica contándose diversos sucesos que habían tenido ocasión de observar algunos de los allí congregados, de lo que deduje que no todo lo que se observa nos asombra y extraña tiene por qué estar en las alturas; los que narraron, aunque muy extraños, sirvieron para que esta noche se contaran al estilo ancestral, sentados en corro y si no al amor del fuego, sí al del vinito y de la cena.
Una vez se siguió la observación nos metimos de lleno en la zona de Pléyades, zona maravillosa la de las hijas del titán Atlas y de la ninfa Pléyone, que inspiran siempre al que la ve, sobre todo por primera vez, un ¡uaay, qué maravilla! En mis 9x63 pude disfrutar ampliamente de su visión pues además estaban a una altura comodísima. Posterior paseo por Melotte 25 o cúmulo abierto de las Híades y Aldebarán.
Nos aproximábamos a la constelación de Auriga y enseguida empecé a oír un jolgorio y risas pues habían localizado Belén, Alfredo y Luis con las indicaciones de Paco, el asterismo de la sonrisa del gato Cheshire que según dicen aparece y desaparece en el cuento de Alicia; yo anoche por más risas y sorpresa con que lo comentaban los mencionados, no veía tal sonrisa, pero de tanto fijarme por ver si yo también ahora que describo el suceso, sí que puedo identificar dicha sonrisa con la del famoso personaje del cuento. Otro cúmulo que me ayudaron a identificar en el BT80 y en el Taka-Haschi fue el del ET, que antes tampoco había conseguido reconocer, pero sí, es un muñequín con los brazos arriba y piernecitas muy cortas.
A estas horas yo ya tenía mis prismas protestones y andaba en lucha partida con toas-las-manivelas del trípode que se habían empecinado en no dar más de sí y se negaron a llevarme al asterismo del pequeño Delfín. Más vino en mi auxilio el compi Alfredo que me desenredó el enredo de manijas y tuercas, me puso de nuevo el trípode a punto con lo cual me pude ir cómodamente a la constelación de Auriga, en la que pude detectar sin dificultad, los cúmulos M38, M36 y M37, nombrados también como Estrella de Mar, y Molinete los dos primeros.
M1 Nebulosa del Cangrejo en la punta del cuerno de Tauro, reto para binoculares y efectivamente no pude localizarla, pero sí verla en uno de los teles.
M35 cúmulo abierto en los gemelos, que es como un estallido de cohete de feria que sí pude contemplar en el BT80, percibiendo además en el mapa de esta constelación que aparecen dos figuras agarradas de la mano y en una de cuyas piernas observé dicho objeto. También el Collinder 89 otro cúmulo abierto al lado de M35. Esta constelación la identifico siempre por las brillantes Castor (del lado de Capella) y Pollux (del lado de Procyon), pero no me he detenido nunca por encontrarle la forma completa.
A la vista estaba ya todo el hexágono del invierno con su potente arquero dominador: Orión, al que le pude descubrir por primera vez dos nuevos objetos y cuales son: un cúmulo en el brazo levantado, que según las indicaciones de Paco, era la maza pero que no he identificado en el mapa; y el Collinder 70, que rodeando a las tres estrellas del cinturón aparece como una preciosa lazada que se enreda en Alnitak, Alnilam y Mintaka que en el campo de mi 9x63, aparecían primorosamente adornadas.
Amplio paseo por la espada que para la próxima salida ya con mi BT80, una vez dado de alta de su accidente, podré descomponer en todo detalle.
Serían aproximadamente las 24 h. y terminado ya el programa de observación recogimos y vuelta a casa con Alfredo que iba delante, Belén y yo que le seguíamos y Pablo a nosotras, que nos hizo ir muy seguras y a las 2 cada uno en su casita.

María Reyes
Tertulia en la espera de la noche

Todo dispuesto.

lunes, 2 de diciembre de 2013

OBSERVACIÓN ESPECIAL DE OTOÑO 2013

El pasado sábado día 30 Noviembre, realizamos una observación especial de 30 objetos de cielo profundo.
A esta observación acudieron los compañeros de la Asociación Astronómica Albireo de Sevilla: María Reyes Hereza, Belén Villalobos y Pablo Luque,  a los que agradecemos su esfuerzo en asistir, pues son más 120 kilómetros los que tienen que recorrer hasta nuestro lugar habitual de observación. Por primera vez nos acompañó un buen aficionado: Antonio Conde, que deseamos disfrutara de la noche  y repita más veces; estuvieron también Raquel Tello y su marido Daniel Bermejo en su segunda noche de observación con nosotros.
Sobre las 17.30 comenzamos el montaje de telescopios y binoculares, haciendo bromas sobre el frío que podríamos pasar cuando fuera avanzando la noche, pues las predicciones era de  temperaturas cercanas al 0º pero con ráfagas de viento de hasta 50º k/h; menos mal que estas previsiones no se cumplieron al pie de la letra y aunque si hizo frio, (algunos lo soportamos mejor que otros)  el viento no hizo acto de presencia,  cosa que nos vino de perlas , disfrutando mejor  de  las estrellas del cielo que  brillaban intensamente: la Vía Láctea era verdaderamente un camino de leche.

Preparativos del montaje de los equipos

Mientras llegaba la noche y practicando la actividad g-astronómica que antecede a todas nuestras observaciones, nos deleitamos con: una rica empanada, rosquillos dulces, cuadrados de crema, dulces varios y unas tortas de polvorón de almendra de confección casera, acompañado todo de un buen vino dulce que nos dio el calorcillo apropiado para empezar con alegría el trabajo.
Un brindis antes del trabajo.
Este programa especial incluía objetos tanto para telescopios como para prismáticos o binoculares, empezando en la constelación de Capricornio y siguiendo  con Acuario, Piscis, Triangulo, Andrómeda, Tauro, Auriga y Géminis para terminar en la de Orión. El comentario final fue, que este listado había sido muy del agrado de todos los asistentes, por salirse un tanto de lo habitual y observando algunos objetos que algunos de nosotros desconocíamos, poniendo así un broche original a la noche.

Fotografía de los integrantes de la estupenda noche.

Alfredo García acariciando su Franki.

Carmelo Alvarez calentando motores

Manuel Miguel alineando.

Luis Viana orgulloso de su "niño"

Patricio Leiva dispuesto a la caza.

Antonio Conde con su impresionante Taka

Paco Tello, Pablo Luque y Belén esperando el comienzo

María Reyes abrigándose 

Daniel Bermejo probando el dulce casero, Raquel Tello y el autor.

Texto y Fotografías de Paco Tello.