Su
ausencia se sobrelleva, pero resulta dolorosa porque las cicatrices que no se
ven son las más difíciles de sanar. Le recordamos diariamente y su nombre surge
en nuestros labios sin proponérnoslo, especialmente al anochecer cuando se va
encendiendo el firmamento y su imagen surge poderosa en nuestra mente tal como
si siguiera brindándonos su alegre compañía.
No
sabemos a ciencia cierta cuando, donde y de la mano que quien llegó Eduardo a
descubrir la astronomía: igual fue de niño o de joven, con su familia o con
unos amigos…lo mismo fue en invierno bajo la sombra del gigante Orión o bien en
verano una noche en que ” llovían” Perseidas cuando sintió una insuperable
atracción por descubrir los tesoros del universo. En el fondo da igual… lo
cierto es que se sumergió una y otra noche en los cielos de Huelva
apasionadamente, con un entusiasmo siempre renovado, compartiendo sus
conocimientos con todos y arrastrándonos a los demás con su inagotable
entusiasmo…
Fue
un profesional de reconocido prestigio: Licenciado en Psicología, trabajaba en
ASPACEHU dedicándose a ayudar a personas con parálisis cerebral; fue un soñador
de nuevos horizontes: practicó buceo, montañismo, compuso música
electroacústica… hacia las más variadas cosas extraordinariamente bien. Creó el
Gazpacho Galáctico y condujo el Podcast. Gustaba de la observación visual con
su Dobson de 16” y de la Astrofotografía con un reflector de 10” que moraba en
la Cabaña Astronómica de Aljaraque. También persiguió asteroides y cometas
desde que el Minor Planet Center le concedió el código MPC:J-32.
Los
componentes de la Asociación Astronómica Andrómeda, queremos honrar a nuestro
amigo proponiéndoos participar en un sencillo proyecto que venimos gestando
desde hace meses al que hemos denominado “Memorial Astronómico Eduardo
Fuentesal” y que consistirá en pasar
unas horas juntos bajo las estrellas bien en nuestro lugar habitual de
observación (Carril de La Picota-Berrocal) o en otro lugar si los asistentes
son muy numerosos, con un programa de observación conjunta que más adelante
comunicaremos.
Os
presentamos el cartel anunciador: una imagen de la Vía Láctea que viene a
representar todo lo bello que pueda haber en el firmamento. Una banda nebulosa
que cruza el cielo y brilla con especial
intensidad en las noches estivales.
Nosotros también estamos hechos de ese mismo polvo de estrellas; pertenecemos
al mismo Universo y Eduardo Fuentesal sigue vivo en nosotros y en nuestros
recuerdos atesorados celosamente como los humanos que somos aunque tengamos
vocación de ser eternos e inmortales.
5 comentarios:
Estaremos pendientes de la fecha para asistir y recordar a Eduardo en una noche como las de antaño.
Hola Paco, estaremos al tanto, nos gustará asistir y compartir con vosotros este momento.
Un abrazo Jesús y Pepa
Paco me he enterado a través de Jesús y Pepa, no dudes que los compañeros de Sevilla estaremos con vosotros parar recordar a Eduardo.
Un abrazo enorme, Isra.
Gracias por vuestras palabras.
Os tendremos informado.
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