Tarde de toros.
Por Manuel Miguel Queen
Llegue muy temprano a la Picota,
a las 17:35, con intención de montar el telescopio, y así con la luz del día poder
montar los cables del portátil y de la CCD al telescopio.
Nada más entrar en el carril me
encontré en el centro del mismo, un toro que asombrado como yo, no se inmutaba
en moverse. Cuando se apartó un poco, retrocedí hacia la entrada y trate de
contactar con Carlos para avisarlo, como no me fue posible contactar, le envié
un Whatsapp advirtiéndole. Seguidamente llamé a Carmelo para que me aconsejara
que hacer y Carmelo con el aplomo de un "Seneca" me tranquilizo
comentándome; "Tranquilo, ya vendrá el dueño y los encerrará". El
resto de la manada se encontraba ocupando nuestro lugar habitual de
observación.
En la entrada, esperé la llegada
de más compañeros y organizarnos para meter los coches hacia la antigua ubicación
del hotel rural de la Picota sin
bloquear el carril con los vehículos. Pedí a Luis Viana y a Fco Javier que se adelantaran e informarán primero si era factible avanzar hasta ese
punto de observación, confirmándome Luis que podíamos. Así pues, en la
explanada de la cerca de entrada metimos algunos de los coches de manera que
pudiéramos dar la vuelta a los vehículos para que quedaran en el carril
apuntando hacia la salida.
Más tarde llegaron Antonio Conde
y Alfred, que encontraron un hueco anexo para poner sus telescopios dejando sus
coches en la explanada y dejando un hueco para que más tarde Carlos y Domingo
tuvieran el espacio suficiente en la
explanada tanto para sus coches como para sus telescopios.
Solucionado el problema tanto
taurino como de espacio nos pusimos a la tarea de montaje, en mi caso, el
tiempo perdido me imposibilitó de hacer fotos.
El viento no fue inconveniente
para Domingo, que valientemente realizo sus fotos.
Puse el telescopio en forma de
Tour viendo numerosas estrellas dobles, el doble cumulo de Perseo, recorriendo
un buen número de Messier; M2, M13, M15,
M31, M32, M57, M42, M36, etc, cuando observaba a M37 y M38 Ana los denominó los
"huevines del poni" perseguido por los cuernos de Tauro a Auriga, yo
estaba describiendo a Paqui y María del Mar y sus hijas la constelación de
Auriga que me parecía un caballito de feria y todas convinieron en que era
mejor la descripción de "Poni" dada por Ana y que con los prismáticos
de María del Mar se podían ver las dos nubecillas de los "huevines". Al explicarles a las niñas lo que era una
Auriga Romana y que de Auriga se identificaba bien el caballo degradado a Poni,
hubo bromas sobre el carro que no se veía claro... ¡Nos lo robaron!, decían Paqui, María del Mar y Ana a Paula y
Estrella, ...como en la canción de Manolo Escobar.
Al llegar a M13, Hercules se encontraba en el
horizonte y la figura de la constelación parecía un gigante que reposaba su
cabeza en los coches y su espalda en la sombra del árbol que había al lado, con
una pierna doblada, su rodilla una estrella brillante en el horizonte ilustró a
las niñas de María del Mar la forma de la constelación donde ellas vieron en mi
telescopio la forma de araña del cumulo M13, las patitas de la araña eran las
hiladas de estrellas del cumulo globular
La noche era tan transparente que
en el trapecio pudimos ver claramente 6 estrellas, muchas veces 7, y en alguna
ocasión 8.
Dejo en el tintero muchas
anécdotas ocurridas durante esa noche, pero no puedo dejar una sin mencionar,
cuando nos quedamos al final, Carlos, Antonio Conde y yo nos enfrascamos cada
uno en nuestras observaciones y como mi desafío de fotografiar Sirio A-B no lo había
podido realizar, lo intenté en visual: conseguí atisbar a Sirio B usando una
cartulina recortada en forma de medio circulo colocada en un portafiltros que
ocultaba a Sirio en magnitud -1 y que podía rotarla para buscar su compañero en
magnitud próxima a 9, evitando el deslumbramiento.
Como no me quedaba seguro de haberlo logrado, pedí a
Carlos que mirara él. Previamente había rotado la cartulina en la posición
opuesta a la que yo lo había localizado, y no le dije nada. Cuando Carlos me
dijo que lo veía, me pidió que mirara de nuevo yo, miré y exclamé con gran
alegría "Carlos has rotado 180º la máscara de deslumbramiento y la has
colocado en la misma orientación donde yo lo había visto antes"; Carlos, como buen antiguo alumno del que os
escribe, me amonestó en broma diciéndome: "¡¡Vaya!! Has vuelto a
evaluarme". Me disculpé bromeando: "Ya sabes, Carlos, como en los
viejos tiempos. Claro que sí. Has sido evaluado por deformación profesional de
tu profesor".
Como con la máscara se veían en
las proximidades de Sirio muchas más estrellas, comparé con el ocular de 6 mm
la distancia de separación que mostraba Sirio B con Sirio, con la que muestra
la estrella doble Polaris, confirmando la hazaña de haber desdoblado Sirio.
Intentaré en las próximas
salidas, si Tauro no me lo vuelve a impedir, el montar la parafernalia de
cables para lograr fotografiar a; Neptuno, Tritón y Urano.
Hasta la próxima.
1 comentario:
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