UNAS HORAS BAJO UN CIELO ESTRELLADO

Por Paco Tello

La noche del 29 al 30 de Octubre, tuve la suerte de poder volver a disfrutar de unas horas bajo un cielo cuajado de estrellas en compañía de mis amigos andromedanos.

Llegue temprano a nuestro lugar de observación y allí ya  se encontraban Carmelo Álvarez, Antonio Conde y Paco Molina.

Carmelo y Antonio andaban enfrascados en un resolver un “pequeño” inconveniente en el tele de Antonio: la pieza que sujeta la diagonal porta-ocular se encontraba atorada y no había manera de hacerla girar. 

Primeros intentos

¿Gira a la izquierda o la derecha?

Lo que se llama textualmente echar una mano

El “pequeño” inconveniente, se fue haciendo más “grave”… de nada valieron las llaves allen, destornilladores planos, tenacillas, cuchillas, golpes, llamadas telefónicas,  fuerza bruta, etc… aquello no se aflojaba de ninguna manera, tanto que rendido a la evidencia, el compañero Antonio decidió dar por suspendida su observación, pasando al modo “voyeur”, es decir, miro por este tele, miro por este otro, hasta que dio por finalizada su noche.

Al grupo, mientras se ponía el Sol,  se fueron uniendo  Luis Viana, Luis Enrique, Luis García, Carlos Lozano y Alfred García. Todos intentaron aportar ideas para resolver el dichoso problema del tele. Inútil.

Solidaridad

Mientras tanto Paco Molina, andaba jugueteando en el montaje de su flamante adquisición, un taka 120 con montura SkyWatcher que le entretuvo hasta las tantas y no sé si llego a observar algo, pues cuando me despedí aún andaba enfrascado en la alineación de la Polar. ¡¡Todo llegará tocayo!!

Con la criatura en brazo

¡¡¡Pues yo no veo nada!!!

Con la noche cerrada, hice pareja con Luis García, y con sus binoculares Miyauchi nos deleitamos en recorrer varias constelaciones para observar los impresionantes objetos del cielo que nos ofrece este tiempo de otoño, haciendo parada especial en algunas dobles para comprobar hasta que separación angular permite resolver… teniendo en cuenta las magnitudes de los componentes.

Tertulia

Llegada mi hora de regreso, despedida de los compañeros y vuelta a casa con mucho cuidado, pues la carretera te da sorpresas en forma de venados que repentinamente se te cruzan.

Hasta la próxima.

LA PASION QUE NOS UNE

Ha quedado demostrado que el poder de convocatoria que la figura de Eduardo Fuentesal tiene entre los que le conocimos, sigue intacto.

La Picota estaba a rebosar. La propia “Organización”  quedó impresionada ante la afluencia de tantas personas: Andromedanos antiguos, nuevos y futuros, todos amigos.

Tal como anunciábamos y estando seguros de seguir la línea que a nuestro compañero le gustaba,  comimos, bebimos y unidos observamos la selección de 30 objetos del cielo profundo que previamente habíamos preparado.

Disfrutamos de una noche climatológicamente estupenda en la que la convivencia se alargó hasta bien entrada la madrugada en un ambiente familiar y distendido, evidenciando que la pasión que nos une, tiene un efecto llamada para una nueva generación de aficionados a la Astronomía, como podemos ver en la siguiente galería de imágenes.

Como sabemos que invariablemente llegarán los días que el tiempo no nos dejará salir a observar, guardaremos en nuestra memoria la energía de la noche del pasado viernes, que nos alimentará mientras llegue el buen tiempo.

Agradecemos de todo corazón a  los asistentes su presencia y colaboración y esperamos contar con ellos en el III Memorial, para el que ya estamos con la cuenta atrás, tachando días para su celebración.

Queridos amigos de la familia Andromedana, no es suficiente con mirar las fotos, HAY QUE ESTAR ALLI Y VIVIRLO ¡¡OS ESPERAMOS!!