martes, 13 de enero de 2015

BIEN ESTA LO QUE BIEN ACABA,…O CASI.

El pasado sábado y aprovechando que la Luna en cuarto menguante no haría su aparición hasta cerca de la medianoche, varios compañeros quedamos citados en el lugar de costumbre para tratar de sacarnos la “espina” de la malograda última observación del año pasado.
Durante los días previos intercambio de email entre los compañeros que confirmaban su asistencia y que avisaban de las novedades que surgían en lo relativo a las condiciones climatológicas, todo marchaba bien……hasta que llegó el sábado.
Conforme avanzaba el día y llevando la contraria a las previsiones que anunciaban un día soleado las nubes aparecieron y fueron cubriendo el cielo en su totalidad; era la hora de partir hacia La Picota y algunas bajas se dieron entre los que tenían decidido acudir, visto el cariz que presentaba el cielo.

Así que; Carmelo, Antonio, Paco Riego, Luis Viana, Alfred, José Ramón y Paco Tello fueron los más “valientes” (o “desesperados” por la sequía astronómica) que se plantaron en La Picota.

Al llegar la rutina habitual de montajes del instrumental y las miradas al cielo comentando y deseando que  aquello tendiera  a ir a mejor; mientras tanto se hacia la correspondiente cata de licor y degustación chocolate calentito con abuelas de miel. 

El atardecer brindó la oportunidad de presenciar la bonita conjunción de Venus y un Mercurio que brillaba de manera espectacular entre un resquicio entre las nubes.

                                    Momento que fue captado por la cámara de Alfred. 

Cuando cayó la noche se fueron abriendo algunos claros que daba esperanza de que esta vez sí se pudiera observar, y en esa espera llegó el momento para el protagonista de la noche: el Cometa Lovejoy,

Paco Tello, que a pesar de las nubes que ocultaba la zona de Tauro y Orión llevaba un buen rato mirando con sus prismáticos 10 x 50, dio la voz de alerta, ¡¡¡Ahí está el cometa!!!  Todos a por él. La imagen pese a la fina capa de nube que cubría la zona era magnifica y se apreciaba hasta su ligero tono verdoso. 

Fotografia de Alfred.

Esta visión del cometa en los distintos instrumentos y los cada vez más abundantes claros en el cielo  confirmó que por fin podríamos disfrutar de unas horas de observación, pero como dice el título de esta narración bien está lo que bien acaba….o casi, pues no todos los asistentes por diversas causas inesperadas tuvieron la fortuna de aprovecharla.

Seguiremos relatando la crónica de la primera observación del año  tal y como la vivieron los distintos compañeros.

Hasta pronto.

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