miércoles, 10 de febrero de 2016

PASEANDO POR LA LUNA

Crónica  de Alfred

Crónicas selenitas.

Tras ponerme en marcha desde Tomares, alcanzo el lugar de observación gracias a las indicaciones de Luis Viana. Y sinceramente no me esperaba esa amplitud en medio de ese tupido pinar. Me pareció un buen sitio
Me encuentro con ambas Anas, madre e hija, a cual más curiosa y ávida de conocimiento astronómico. Cada una a su manera, pero se les veía la ilusión por aprender y conocer el cielo. Saludo igualmente a Sara y su pareja Javier, quienes ya tenían plantado su prismático. Debo decir que tras mirar por él, observé que necesitaba colimación. Habrá que darle un repasito...
Tras saludar al promotor de esta iniciativa de locos, digo, lunática, Luis Viana, hablamos y conversamos sobre nosotros mismos, y el cielo, de vez en cuando. Minutos después, saludaría a Mercedes, que se encontraba en la zona de “cabinas telefónicas” charlando por el móvil.
El tiempo que nos acompañó fue bueno en general. Nubes altas dirección noroeste suroeste a primera hora, que se fueron despejando finalmente dieron lugar a una buena observación en mi opinión.
En un momento determinado acompañé a Ana -madre- por un paseo por las distintas constelaciones visibles en ese momento, y con ayuda del potente laser de Sara, pudimos recorrer y reconocer estrellas brillantes como Antares, Arturo, Vega, Altaír. Aprender a orientarnos teniendo como referencia la polar, y reconocer las constelaciones circumpolares, el triángulo de verano, y también ser conscientes por un momento de lo impresionante de ir dentro de una gigantesca nave espacial llamada Tierra que nos muestra en cada época del año el esplendor del cosmos.
A las llamadas de Luis observábamos los distintos detalles que se presentaban en la Luna a través de los oculares. Como siempre, espectacular, y para mi, fue novedoso reconocer cráteres que en directo transmiten mucho más que por el ordenador.
Finalmente, con Ana hija, tras montar la cámara en el telescopio y unas breves explicaciones de aspectos básicos de fotografía tomo el mando de la cámara y se lanzó a realizar una serie de fotografías de la misma que a continuación os mostramos. ¡¡¡ Esta niña promete !!!

Y dicho esto, finalizo mi pequeña crónica particular, comentando que fueron unos instantes muy agradables los que pasé observando y compartiendo conocimientos con todos y todas. Espero volver y seguir disfrutando de la luna y sus maravillas, y de la gente que se acerque a pasar un buen ratillo. Sobre la 1.30 aproximadamente decidimos recoger el campamento y dar por finalizada la jornada. Repetiré...Hasta la próxima.


Crónica de Sara y Javi

Aquí va nuestra primera crónica de nuestra segunda y oficial salida de observación de Luna.
En primer lugar, el sitio de observación, fantástico. Una explanada en el camino de Malpica. Al principio empezó a venir algún que otro coche para hacer unos derrapes, pero al vernos allí tuvieron la amabilidad de marcharse. 
Tuvimos el placer de conocer a las dos nuevas integrantes, a las dos Anas (madre e hija). Se nota que son excelentes personas y además estoy segura que repetirán. Luego llegaron Alfred y Mercedes una amiga de Luis. Alfredo equipado para tomar unas fotografías desde el telescopio.
Empezamos  a montar nuestros binoculares mientras Luis Viana nos iba situando con su portátil sobre qué zona de la luna visitaríamos.  Descubrimos que teníamos visible la zona donde aterrizó el Apolo 11, el Mare Tranquilitatis.
Con nuestros binoculares se apreciaba perfectamente, la luna preciosa como siempre, pero lo espectacular venía a través del telescopio.
No llevábamos nada preparado, pero nuestro amigo Luis nos fue guiando durante toda la noche.
La primera sensación a través del telescopio, impactante. Parecía que habíamos aterrizado en ella. Se podía contemplar con una nitidez espectacular.  Una auténtica delicia para la vista.
En primer lugar, fuimos a los Montes Bradley, (lugar que utilicé de referencia para guiarme).
Estuvimos en el cráter Theophilus, (recomiendo visitarlo con el telescopio). En nuestro caso lo apreciamos de una manera muy nítida.
Pasamos por Platón, Montes Alpes y Arquímedes.
Luego Luis nos retó a que utilizáramos el mando de su telescopio y encontráramos puntos que él nos fue citando, como Julio Cesar.
También dimos un repaso de las constelaciones que en ese magnífico lugar podíamos observar.
Intentamos tomar algunas fotos de forma un poco trabajosa con el móvil a través de los binoculares. (Quería inmortalizar el momento, pues era preciosa la imagen). Después de muchos intentos de control de pulso, pude tomar una foto que no quedó nada mal para los medios con los que la había tomado.

Sobre la 1:30 recogimos y nos marchamos, con muy buena sensación y  satisfechos por lo aprendido.


Crónica Ana Junior

Al empezar a contemplar la luna, me llamó mucho la atención una gran cordillera que se asomaba casi al filo del terminador. Esa cordillera tenía varios nombres, pero pude grabar en mi memoria algunos, aunque el más importante para mi caso era el nombre de los montes Bradley. Destacaban mucho y además servían de referencia para encontrar otras zonas.
Una de ellas es Platón, un gran cráter que se asomaba por el norte, casi rozando los Alpes. Platón era muy profundo y llamaba la atención por ser tan extenso. Lo primero que se me pasó a la cabeza fue el tamaño del meteorito o cometa que se hubiera estrellado en esa zona hace billones de años.
Al mirar el ordenador, me hizo ilusión un nombre un tanto especial. Julio César, o como se conoce científicamente, Julius Caesar. Éste se hallaba un poco más abajo del ecuador. He de reconocer que me costó bastante encontrarlo; me perdí un poco al buscarlo y además el sol alumbraba tanto a ese cráter que apenas dejaba sombra, pareciendo mucho más plano y extenso. Me decepcioné un poco al verlo, pero su grandiosidad podía observarse con una diminuta dificultad.

Observé otros cráteres, pero lamentablemente no me acuerdo de sus nombres. A pesar de dejar vacante el resto de descripciones, he de decir que me parecieron todos impresionantes.
Merece la pena el caminar hacia tus metas, por muy duro que sea.

Crónica de Luis Viana

Por fin después de la primera salida lunera conseguimos hacer la segunda estrenando sitio cerca de la carretera de Malpica, una buena explanada para montar los aparatos del agrado de todos los asistentes.
Salí de casa sobre las 21:00 y fui a recoger a las dos Anas, madre e hija, y después nos dirigimos al sitio acordado donde ya nos esperaban Javi y Sara. Juntos llegamos hasta el sitio acordado para la observación y esperando la llegada de Alfred y de mi amiga Mercedes nos dispusimos a montar, en mi caso el telescopio, y Sara y Javi montaron sus prismáticos.
Ya anocheciendo llegaron Alfred y Mercedes con lo que no sacamos foto de grupo, prometiendo tener una para la siguiente.
Una vez hube montado mi equipo esperé un poco a que anocheciera para alinearlo y comenzar la observación. Lo primero que hice fue comprobar la alineación apuntando a Saturno, y todos pasaron por mi Celestron para saludar al planeta.

Acto seguido me fui directamente a la luna. Comencé con mi Ethos  de 17mm para ver como afectaba la luminosidad de la luna, al 57%, a la vista. Comprobamos que enfocando a la zona del terminador no había demasiados problemas.
Fueron pasando todos por el telescopio mientras algunos nos acercábamos por los prismáticos y los más nuevos quedaban impresionados con los detalles de los objetos mostrados, principalmente montes Bradley, y cráteres Platón, Eratóstenes y Arquímedes.
Antes de seguir quise probar los Ethos de 10mm y 6mm, ambos con unos aumentos de 200 y 333 respectivamente y flipamos todos con el de 6mm, una calidad en la imagen y en los detalles de los distintos accidentes geográficos brutal, la broma llegó hasta tal punto que alguien dijo que enfocáramos hacia donde alunizó el Apolo 11 para ver si veíamos la bandera americana.
Acto seguido el grupo se rompió un poco cada uno haciendo cosas diferentes y Ana junior enseguida abrió su cuaderno y fue pidiéndome objetos de los que tomar nota. Primero los buscaba en el programa del ordenador  y luego me pedía que se los buscase. Al final le enseñe a buscar sus propios objetos teniendo como punto de referencia a los montes Bradley, y no habían pasado ni 3 minutos cuando se hizo con los mandos de mi telescopio., Sara también se involucró en la búsqueda de objetos.
Pudimos ver muchos objetos, resalto los más importantes.
Me centré desde el principio sobre el Mare Imbrium (duchas) donde encontré en su parte inferior a los montes Bradley, pero resulta que los Bradley forman parte de una cordillera formada por distintos montes los Apeninos, Hadley, Ampere y Wolf.
Estuvimos mirando el cráter Platón cerca del cual se sitúan los montes Alpes con el Mont Blanc, y a la derecha del Cráter Platón se encuentra el Cráter Aristóteles.
Luego a la derecha de los montes Wolf encontré un cráter que me fascinó por su profundidad el Eratóstenes lleno de ricos detalles.
Después hice un repaso por los cráteres Clavius, Tolomeo y Julio Cesar, este último a petición de Ana Junior.
Más tarde, en torno a la 1:00 le propuse a Alfred tirar algunas fotos desde mi telescopio e intentar hacer  algún vídeo,  el resultado no fue malo y algunas imágenes han salido muy buenas.
Era cerca de la 1:30 cuando decidimos todos empezar a recoger siendo unánime el deseo de volver pronto a observar  a nuestra amiga la luna. 


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